lunes, 18 de enero de 2016

Qué desafíos debe enfrentar el gobierno de Macri a nivel económico-financiero, por Fabián Medina (*)

Dentro de los puntos prioritarios a nivel económico-financiero que van a tener que desandar en los próximos días la nueva administración nacional son abrumadoramente llamativos los que tienen que ver con la deuda externa del país, y las gestiones que debe reencauzar.

Así, podríamos verificar en un vuelo corto y rasante el número de 4 de los cuales 2 corresponden directamente a la mencionada deuda y el resto se encuentran altamente ligados al mismo tema.
1. Valor de la tasa de interés interna
2. Volatilidad del valor de dólar billete
3. Deuda externa (BONAR X y BONAR 2020)
4. Negociación con los Holdouts

Por ello, es que los vamos a explayar en ese orden dado en forma arbitraria

1. Valor de la tasa de interés interna: a los efectos de sacar de la calle una gran cantidad de pesos circulante, lo que en lo económico se denomina M1, se estableció como paso previo a la eliminación del cepo cambiario una tasa de interés interna del orden de 38 % entre el BCRA y los bancos comerciales. Si bien el efecto deseado se consiguió, el efecto secundario que generó es que los préstamos para consumos –incluso para clientes de segmentos elevados de entidades de primera línea- sufrieran un incremento en las tasas que llegaron prácticamente a 50 %

2. Volatilidad del valor del dólar billete: al sacar las restricciones cambiarias, de las cuales se salió bastante bien, pero solo con el respaldo del voluntarismo sobre liquidación de exportaciones de algunos sectores empresarios –de los que solo se liquidaron 2.900 millones sobre los 4.000 o 6.000 millones comprometidos-, ahora sufrimos un alto nivel de volatilidad de la cotización del billete entre los $13,50 y los $14,50 momentáneamente, pero no podemos establecer un valor estabilizado

3. Deuda externa: en referencia con la deuda externa –enfermedad crónica para la administración gubernamental del país desde hace más de 40 años-, nos encontramos realizando un canje de bonos BONAR X por BONAR 2020. Cabe recordar que ambos bonos están nominados en dólares billete, pero las diferencias entre ellos son que mientras en X otorga intereses a 7 % venciendo en setiembre del 2017 su capital, los 2020 poseen una tasa de 8 % a vencer en setiembre del 2020; el X se lanzó en agosto de 2013 y el valor del dólar necesario para comprarlo era de $13,25, y el 2020 al lanzarse el valor del dólar era de $11,90, y hoy poseyendo un valor del billete alrededor de los $14, y teniendo un riesgo país de 463 puntos básicos contra los 729 de hace un año atrás no podemos permitirnos tomar deuda a valores tan altos como es 8 % anual sino a una tasa más cercana a los países de la región (Perú, Bolivia, Paraguay y Uruguay) que lo hacen en el orden de 4 % anual

4. Negociación con los Holdouts: a consecuencia que la administración gubernamental anterior a los efectos de mantener el seudo-relato que tenía para la población es que se acumularon 537 días a la fecha de inacción en la negociación correspondiente, y por ello el mediador designado por el juez Griesa se hace acreedor a u$s10.740.000 de honorarios aunque no haya realizado gestión alguna desde su designación. Cuando hablamos de negociación, no significa el pago ajustándose a lo solicitado por los demandantes sino realmente negociar los pagos correspondientes que no afecten la viabilidad de la economía y/o finanzas del país para devolverlo a la totalidad de los mercados de capitales, y ordenar un número de pagos iguales y consecutivos en una determinada cantidad de períodos e incluso con alguno de gracia y hasta con quita de deuda original, la cual sería aceptada por los demandantes, teniendo en cuenta que la Cláusula RUFO ya cayó en enero de 2015, aunque previamente debería eliminarse de nuestra legislación la Ley Cerrojo implementada en 2010, luego de la segunda parte de renegociación de la deuda por el ministro de Economía de ese momento.

Estos son los puntos más preponderantes de la economía y las finanzas actuales de la Argentina para poder surgir definitivamente y generar las condiciones propicias para una economía que debe siempre enmarcarse al servicio de la población, y permitir el movimiento social ascendente que supimos tener en otros momentos de nuestra historia como país.

(*) El columnista (foto) es contador público, licenciado en administración y docente de la UBA. Además, es dirigente nacional del Frente Renovador y analista sectorial en Costos económicos industriales del INDEC.

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