Según la Organización Mundial de Accidentes Cerebrovasculares (WSO, por sus siglas en inglés), esta afección es la segunda causa de muerte y la primera causa de discapacidad a nivel global.
"Cada año se registran 12.2 millones de nuevos casos, de los cuales 6.6 millones son fatales. El ACV afecta a una de cada cuatro personas en el mundo. La WSO (World Stroke Organization) también estima que más de 100 millones de personas viven con secuelas por haber padecido un accidente cerebrovascular en algún momento", resumió el bioingeniero Yamil Adur, director técnico del Centro de Servicios Hospitalarios.
"Lo más complicado de estos números, quizás, es que las proyecciones sugieren que –dado el aumento de la población y su mayor expectativa de vida- estas estadísticas podrían incrementarse en las próximas décadas", agregó.
En la Argentina, según informes del Ministerio de Salud, los números tampoco son alentadores.
Se estima que alrededor de 120.000 personas al año sufren un ACV, de las cuales 40.000 mueren. La enfermedad cerebrovascular representó la segunda causa de muerte prematura (4,8 % del total en hombres y 6 % en mujeres), y fue, además, la segunda causa de pérdida de años de vida ajustados a discapacidad en ambos sexos, detrás de la enfermedad coronaria.
Ahora bien, también es cierto que los médicos afirman que es una enfermedad que puede prevenirse. Hay algunas prácticas que se pueden llevar a cabo para tener una vida más saludable y, de esta forma, prevenir no solo el ataque cerebral sino también otras patologías.
"Es necesario reducir el consumo de sal. Si se tiene en cuenta que el sodio eleva la tensión arterial, la reducción de la cantidad diaria es una sencilla forma de prevenir esta enfermedad", explicó el doctor Ignacio Previgliano, exdirector del Hospital General de Agudos J. A. Fernández y especialista en Neurología y Terapia Intensiva.
El segundo consejo consiste en aumentar el movimiento. Hay varias investigaciones que demuestran que las personas que caminan 30 minutos al día pueden tener un ACV menos grave o, incluso, evitarlo.
Sin dudas, el cigarrillo es otro punto a tener en cuenta. El consumo de tabaco aumenta cuatro veces el riesgo de padecer un evento cerebrovascular.
La dieta ideal es variada y equilibrada, con abundantes frutas, verduras, frutos secos, cereales integrales y aceite de oliva. También algo de pescado, aves y productos lácteos, sin mucha carne roja.
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