Para sumar conjuntos al guardarropas, resulta una buena opción utilizar ambas partes combinadas con otras prendas; pero para hacerlo, primero se debe tener en cuenta que la parte inferior, sea de tiro alto, y que encaje en forma correcta en la cintura.
No favorece a las mujeres que tienen algo de sobrepeso en esa zona.
Para que siente bien dependerá de muchos factores.
Las más jovencitas pueden usar éste tipo de vestido con falda corta y top, siempre y cuando no se vea nada de más.
Pueden usarlo con brillos o lisos. A esta edad aún pueden hacerlo. Pasando los 20, ya se debe tener más recaudos a la hora de vestir.
Si la parte baja muestra mucha piel, la de arriba debería ser mas recatada, o viceversa, así se equilibra la imagen y se pone foco en aquel sector que más guste mostrar.
Los brillos se pueden usar sin problemas, si se quiere llamar menos la atención, lisos también son una opción.
¿Día o noche? Este tipo de vestido es más adecuado para la noche. También dependerá del tipo de evento y qué nivel de importancia tenga. Por eso, se recomienda consultar con un especialista o un asesor de imagen para estar a la altura de las circunstancias.
Accesorios: si el vestido tiene mucho brillo o se le pretende dar mayor protagonismo, los accesorios deberán ser mínimos. También dependerá del maquillaje y el peinado; si el make up está muy cargado los accesorios también serán minimos y deberán quedar en segundo plano.
De lo contrario, si el vestido es liso, sin mucho brillo u ornamenta, se le puede agregar énfasis al look con accesorios de calidad y brillos. La imagen es una máquina de comunicación, y cada elemento que se use, son engranajes, y con el correcto uso de los mismos, y la cantidad adecuada, funcionará bien.
Siempre ante todo la premisa a tener en cuenta es el estilo; ya que éste definirá qué tipo, corte o color será el que mejor haga sentir o con el que uno se identifique.
(*) La columnista -foto- se desempeña como directora de by Kuri asesoramiento de imagen.
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