Este documento no solo está dirigido a los anunciantes, las agencias y la industria publicitaria en general, sino que también detalla las características del sistema colegiado a los consumidores y el público en general, así como a los institutos de enseñanza con carreras vinculadas con la actividad.
La autorregulación publicitaria se entiende como el ejercicio responsable de la libertad de expresión comercial.
Es decir, las medidas que toman las marcas al momento de comunicar, a los fines de cumplir con la normativa legal vigente, evitar el uso de estereotipos negativos, ser veraces en sus mensajes, y competir sin denigrar a terceros.
De esta manera, las empresas asumen la responsabilidad social que implica la comunicación en cualquiera de sus formas. Y, asimismo, cuidan su reputación y protegen la inversión realizada, evitando potenciales conflictos una vez que la campaña se encuentre en difusión.
De modo adicional, la autorregulación también se ejerce de manera colegiada, a través de organismos privados que cuentan con el aval representativo de la industria y que promueven la adopción de códigos de buenas prácticas profesionales, funcionando de manera complementaria a la normativa legal vigente de cada país.
En la Argentina, el Código de Ética y Autorregulación Publicitaria detalla los principios generales que definen a una publicidad responsable: Legalidad (Respeto por la ley); Veracidad (Respeto por los consumidores); Lealtad Comercial (Respeto por la competencia) y Decencia (Respeto por las personas).
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