El objetivo consiste en desarrollar sensores en miniatura que puedan detectar la presencia de nanopartículas del virus que genera el COVID-19, en diferentes superficies.
"Una de las primeras líneas de defensa contra cualquier virus es evitar la exposición, lo cual es más fácil decirlo que hacerlo cuando no se puede ver", señaló Radislav Potyrailo, principal científico e investigador de GE Research del proyecto NIH.
"A través de nuestro proyecto con el NIH, estamos desarrollando un sensor para detectar la presencia de COVID-19, que sea lo suficientemente pequeño como para incrustarlo en un dispositivo móvil", resumió.
"Entramos en contacto con diferentes superficies durante el día, desde pantallas de computadora y mesas de conferencias, hasta quioscos en el aeropuerto y, por supuesto, máquinas de tarjetas de crédito en las tiendas mientras hacemos compras. Si bien todos hacen un gran trabajo, manteniendo limpias estas superficies, queremos agregar una capa adicional de seguridad con la que podamos detectar la presencia del virus que genera COVID-19", explico el investigador.
Durante la última década, Radislav Potyrailo y los equipos de detección de GE Research lograron importantes avances en el desarrollo de tecnologías de detección miniatura, que brindan un rendimiento superior y capacidades de detección similares a los instrumentos analíticos de alta gama, en un laboratorio típico.
"Hemos desarrollado sensores diminutos más pequeños que la yema de un dedo, que tienen las mismas capacidades de detección que los instrumentos analíticos de alta gama, del tamaño de un horno de microondas", comentó el científico.
Y agregó que "Al ofrecer esta capacidad de detección de un instrumento analítico de gama alta convencional en un factor tan pequeño, podemos considerar aplicaciones de detección que podrían implementarse en superficies como un teléfono móvil, o en dispositivos incluso más pequeños".
Potyrailo sostuvo que la innovadora tecnología de detección que se está desarrollando es extremadamente confiable y buena, para la detección sin interferencia de otros elementos.
"Nuestros sensores son como sabuesos", prosiguió el investigador. "Los capacitamos para que detecten una cosa específica, y pueden hacerlo sin que otra cosa los desvíe de su objetivo", concluyó.
Como parte del proyecto de dos años, el equipo demostrará la detección confiable de algunas nanopartículas de interés, como las relacionadas con el COVID-19, en presencia de diversos tipos de interferencias.
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