Como es tradición en el Vaticano desde comienzos del siglo XX, el Papa Francisco se movilizó en un vehículo Mercedes Benz.
El flamante papamóvil, que lo paseó poco después de la asunción como Sumo Pontífice por la Plaza San Pedro (sin techo o vidrios blindados), está construído en base a un Clase G 500, con motor naftero V8 de 5.5 litros de cilindrada, 388 caballos de potencia y tracción en las cuatro ruedas.
Este ejemplar fue donado en diciembre del 2007.
La historia de los papamóviles se inició hace casi 83 años, cuando en noviembre de 1930, Mercedes entregó al Papa Pío XI el primero de los autos de la marca alemana, más precisamente, una limusina de 8 cilindros, modelo Nürburg 460.
viernes, 22 de marzo de 2013
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