miércoles, 8 de marzo de 2006

Mirando la caída por TV

La destitución de Aníbal Ibarra tuvo un previsible impacto mediático. La TV abierta se sumó a los canales de noticias -TN, Crónica, el 26 y América 24- para trasmitir, prácticamente en cadena, el veredicto de la sala juzgadora de la Legislatura porteña.
La pelea del ahora ex intendente por evitar que el juicio político acabara en un resultado adverso hizo pie en los medios audiovisuales. Todos los días, Ibarra "improvisaba" una conferencia de prensa en el zaguán de su domicilio del barrio porteño de Villa Ortuzar, emulando a Carlos Corach, el ministro del Interior de Carlos Menem, que inauguró esa práctica matutina rodeado de "movileros".
Evidentemente, el manejo de los medios era -¿es?, ¿será?- uno de los méritos del ex fiscal. De hecho, diarios y radios colaboraron en su carrera a la fama cuando de caza-corruptos pasó a revistar en el Frente Grande, de Carlos "Chacho" Alvarez en los tempranos 90.
Por supuesto, el motivo del enjuiciamiento tenía un fuerte impacto en la opinión pública. La masacre de Cromañon tuvo una extraordinaria cobertura mediática, aquella fatídica madrugada del 30 de diciembre de 2004. Las imágenes de cuerpos ennegrecidos e inertes en calles aledañas a la céntrica plaza Once, las corridas desesperadas de muchachos con las prendas rasgadas entre ambulancias del SAME, buscando ayuda, o las caminatas sin rumbo de chicos quinceañeros convertidos en zombies por efecto de tanta tragedia quedaron grabadas para siempre en un tape colectivo como testimonio del horror.
La batalla para resistir el embate político tenía que plantearse en los medios. Y así lo hizo el entonces suspendido jefe de gobierno.
La absolución o la condena merecían una cobertura.
A la hora del veredicto, sólo los canales 13 y 7 emitieron en vivo y en directo desde la Legislatura, y suspendieron su programación habitual. Ninguno de los dos corría grandes riesgos en materia de audiencia. El primero presenta por la tarde los mayores problemas de programación. Es el punto débil de Adrián Suar y se espera una mejora con los cambios de programación en abril. Además, era políticamente correcto que el 13 -que se jacta de contar con un equipo periodístico importante, en colaboración con TN-, cediera la pantalla a la definición del proceso, aún cuando la votación pudiera tornarse poco televisiva y hasta aburrida. Lamentablemente, el canal del sol y el ex ATC pusieron la trasmisión en crudo sin agregarle oportunos comentarios sobre qué podía ir sucediendo a medida que se conocían los pronunciamientos. Será para tenerlo en cuenta la próxima vez.
La resolución, casi por penales, demostró que hasta desde el punto de vista televisivo no había sido un desacierto. Según el portal Televisión.com.ar, "el Teleflash de Canal 13 que cubrió voto a voto la destitución de Aníbal Ibarra fue la cobertura más vista con 6.0 puntos. La hora que le dedicó Telenueve llegó a 5.1 puntos" (cuando maduraba el knock-out). La emisora de Daniel Hadad recién se acopló al tramo decisivo, apostando al suspenso que ya se había generado en los canales colegas. Una curiosidad esta demora porque el holding Infobae-radio 10 fue el que más información reprodujo sobre el juicio político.
"Cerca quedó América con 4.7 puntos mientras que a Canal 7 no le fue nada mal y logró 1.2 puntos. Telefe mantuvo su programación original y arrasó con la franja. Durante toda la sentencia a Ibarra logró 18.7 puntos", evaluó la web especializada.
Podemos agregar que el 13 mantuvo su promedio habitual y que Telefé si bien ganó ampliamente la franja, no sorprendió con la perfomance -es lo normal que se imponga en las tardes con holgura-: conservó sus números de costumbre, en torno a los 20 puntos.
América, para variar, bajó unas décimas sus mediciones habituales de la tarde, aunque la mayor parte del tiempo siguió con Intrusos, de Jorge Rial, intercalándolo con flashes. El 9 no sufrió modificaciones significativas.
Y, finalmente, lo que habría que anotar como un triunfo mediático del gobierno de Néstor Kirchner. Canal 7, cuyo desempeño no supera el medio punto en las horas de siesta -nunca mejor descripto-, duplicó su medio punto de encendido promedio.
Por último, hay que consignar el bochorno de que la emisora estatal de la ciudad de Buenos Aires no alterara el martes su felliniana programación para emitir imágenes de este evento, el más trascendente desde el punto de vista institucional que se tenga memoria en jurisdicción metropolitana.
Continuaron en el aire anodinos ciclos que, seguramente, ni siquiera vieron los empleados de Ciudad Abierta, así se llama la emisora de TV, más preocupados por su futuro laboral si destituían o no a Ibarra.
Jorge Telerman, flamante jefe de gobierno desde la caída de Aníbal, tuvo mucho que ver en el lanzamiento de este canal "cultural" que hasta ahora no terminó de redondear una propuesta estética o de contenido. Sería oportuno que, teniendo en cuenta que mantener ese canal no resulta gratis y que lo pagamos entre todos los vecinos de la Capital, se revisara en esta "nueva gestión" cuál es el sentido de su existencia y encontrarle, al menos, un perfil adecuado. Mantener un papelón en el aire, o el cable, no parece una buena política.
Marcelo Mendieta (h)

1 comentario :

Anónimo dijo...

Coincido totalmente con la opinión del -Sr.Mendieta con respecto al canal de cable Ciudad Abierta.
No tiene una programación coherente, ni cultural y en mi opinión personal no creo que lo vea prácticamente nadie.