La exposición reúne una serie de noventa imágenes, algunas del propio autor y otras halladas en anticuarios, y luego pintadas e intervenidas a mano.
Marcos López compra las fotos en anticuarios o mercados de pulgas de Buenos Aires y otras ciudades de Latinoamérica, y las trabaja con todo tipo de materiales; las resignifica y convierte en piezas únicas.
Este creador multidisciplinario utiliza infinitas variables a la hora de intervenir las imágenes y provoca una especie de "surrealismo precario", según sus propias palabras, conservando al mismo tiempo la magia original de las fotografías.
La muestra Marcos López: Clásico y Moderno permanecerá abierta hasta al 2 de octubre, en el primer piso del Centro Cultural Borges.
Retrato del artista: Camila Di Nardo.
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