Los perros pueden transmitir el Síndrome Urémico Hemolítico (SUH), según demostró un estudio de la Fundación Centro Estudios Infectológicos (FUNCEI).
Esta enfermedad afecta en particular a los menores de 5 años y se manifiesta con diarrea intensa, fiebre, vómitos, debilidad e imposibilidad de orinar.
Como prevención, se aconseja que los canes duerman en un espacio propio. También que los más chicos eviten acercarse al hocico, compartir utensilios y se laven siempre las manos después de jugar.
Más allá de que los felinos son las mascotas más limpias, una de las enfermedades con las que hay que tener especial cuidado es la toxoplasmosis, producida por un parásito que es eliminado en la materia fecal y que puede ser peligrosa, sobre todo para las embarazadas.
Si bien no es transmitida por contacto directo, puede producirse por ingestión de carne o verduras contaminadas mal lavadas.
La materia fecal sólo resulta infecciosa pasadas las 48 horas; por este motivo, se aconseja extremar las medidas de higiene en cuanto a la recolección diaria de las heces, limpiar a diario la bandeja sanitaria y lavarse bien las manos.
No es necesario bañarlo, pero de hacerlo hay que tener en cuenta que el agua tenga una temperatura entre templada y levemente tibia. Luego, sumergirlo de a poco y evitar mojarle la cabeza. Secarlo bien y tener cuidado de que no se enfríe dado que un resfrío es muy peligroso para este pequeño roedor.
A pesar de que los niños suelen ser amantes de estas mascotas, la limpieza de la jaula debe ser realizada por un adulto. Otro dato importante es que el uso de guantes no sustituye al lavado de manos.
Dado que el contacto con materia fecal de los pájaros es una posible forma de contraer enfermedades infectocontagiosas, resulta fundamental tener cuidado a la hora de limpiar las jaulas o hábitats en donde se encuentren las aves.
Lo recomendable es colocar en el piso de la jaula papel humedecido con desinfectante y mantener a estas mascotas en lugares ventilados.
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