En la Argentina, ocho de cada diez empresas sufre algún tipo de delito corporativo.
Detectar posibles focos de conflicto es una de las medidas preventivas más importantes y necesarias, que se deben tomar para estar un paso adelante.
Una de las herramientas más efectivas para este propósito suelen ser las encuestas de clima laboral, que no solo permiten identificar problemas incipientes, sino también brindar un canal de expresión seguro para los empleados.
Este tipo de estudios internos son una herramienta vital para las empresas que buscan mantener un ambiente de trabajo saludable, y prevenir problemas como el fraude.
A menudo, los empleados son quienes mejor perciben los posibles conflictos dentro de la organización, pero se sienten reacios a hablar o carecen de un canal adecuado para expresar sus inquietudes.
La encuesta de clima laboral brinda a los empleados la oportunidad de expresar sus opiniones de manera anónima y franca, lo que puede ser crucial para identificar los problemas antes de que se conviertan en un fraude a gran escala.
Es necesario comprender que cuando el daño ya está hecho, la investigación y reparación resultan costosas, y pueden tener un impacto significativo en la reputación de la empresa. Por lo tanto, es fundamental realizar un diagnóstico a tiempo para prevenir posibles focos de conflicto y fraudes.
La prevención es siempre más eficaz y menos costosa que la investigación.
El clima organizacional es un factor fundamental en el sano desarrollo de una empresa. Una buena relación entre la organización y su capital humano beneficia tanto a los colaboradores como a la empresa en su conjunto.
Sin embargo, cuando el fraude se materializa en un equipo de trabajo, el clima laboral sufre sutiles variaciones que son esenciales para el diagnóstico.
La motivación y la queja se convierten en indicadores fundamentales para detectar la presencia de fraude y corrupción.
El fraude produce un desequilibrio motivacional entre los empleados, ya que aquellos que no están involucrados pueden sentirse desilusionados o desmotivados, mientras que los perpetradores pueden estar impulsados por incentivos inapropiados.
Además, la desconfianza se propaga en un entorno afectado por el fraude, lo que debilita la cohesión del equipo y daña la moral de los empleados.
Las jornadas y talleres de clima laboral se convierten en herramientas cordiales y amigables, para prevenir y detectar el fraude sistémico dentro de una empresa o corporación. En muchas quejas o situaciones de conflicto laboral, se manifiesta la necesidad de expresar el desequilibrio organizacional causado por la defraudación.
Estas actividades proporcionan un espacio seguro para que los empleados expresen sus inquietudes, y contribuyen a restablecer la confianza y la motivación en el entorno laboral.
En resumen, la prevención del fraude es un desafío constante para las empresas, y el análisis del clima laboral se ha convertido en una herramienta esencial para este propósito.
Identificar y abordar posibles focos de conflicto a través de encuestas y actividades de clima laboral puede ayudar a prevenir el fraude antes de que cause daños significativos.
Asimismo, mantener un clima laboral saludable es fundamental para el bienestar de los empleados y el éxito a largo plazo de la empresa.
La prevención resulta la clave, y la inversión en la detección temprana de problemas es, sin duda, la mejor estrategia para proteger la integridad y la reputación de la organización.
(*) El columnista es socio de la consultora Analitix.
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