El predio está sobre la Autovía 2, a la altura del kilómetro 90, y dispone de 500 lotes que van desde 1.200 a 2.600m2.
Emplazado en un campo quebrado con 2300 metros de costa de Río Samborombón, dispone de 25 hectáreas de lagunas internas aptas para navegación.
Con una inversión de $4,5 millones, la obra fue liderada por el geólogo Rodolfo De Felippi y ejecutada por Pettarin Vaccarini Perforaciones, una empresa santafesina especializada que también tuvo a cargo el desarrollo de otros reconocidos centros termales como los de Villa Elisa, Victoria y Gualeguaychú en Entre Ríos, y los de San Clemente y General Belgrano en Buenos Aires.
Un equipo de diez personas trabajó durante seis meses y se utilizó maquinaria con capacidad de perforar hasta 3.000 metros de profundidad.
"Haber descubierto aguas termales en El Mirador es darle al emprendimiento un valor agregado incomparable, visto que se trata de un amenity súper exclusivo", explicó De Felippi, director técnico de la perforación.
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Además, El Mirador posee dos Club House, microcine, restaurante, cancha de golf, tenis de polvo de ladrillo, paddle, fútbol y gimnasio con vestuarios y sauna.
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