Las conductas tecnológicas que adoptamos a lo largo de estos años provocaron afecciones en la postura, ojos y audición, principalmente. Existen pequeños ejercicios y cambios en la rutina que pueden ayudar a sobrellevar estas molestias.
Cuando uno se ubica mal frente a una computadora, lo primero que sufre el usuario es dolor en la región del cuello, llamado cervicalgia, por los constantes cambios de posición, además de dolores en la espalda. Esta cervicalgia, si toma toda la región del cuello y provoca dolores de cabeza frecuentes, se llama cervicobraquialgia.
La posición ideal frente a una computadora consiste en colocarla de acuerdo con nosotros, y no a la inversa. Es decir, que la vista sobre la pantalla debe quedar a la altura de nuestros ojos si nos sentamos correctamente, con la espalda apoyada en la silla y los pies elevados unos 5cm. En este caso, se recomienda el uso de una pedana (elemento que permite apoyar los pies y los eleva).
El teclado debe quedar formando en el codo un ángulo de 90º, entre el antebrazo y el brazo, y las manos deben ir apoyadas a nivel del canto de la palma, con las muñecas alineadas. A pesar de que muchas veces no logramos la posición ideal para aliviar tensiones, si debemos distraer la vista del monitor de la computadora, en períodos cortos y regulares, hay que evitar encandilarse. Desde ya el brillo de la pantalla debe ser tenue en relación con la luz ambiental, para evitar los reflejos sobre el monitor.
Asimismo, debemos pararnos y caminar cada 40 minutos, distraer la vista, y aprovechar para estirar las piernas y la espalda. En casos especiales, la permanente visión de las pantallas provoca la sensación de ojo seco. Puede usarse, previa consulta con un oftalmólogo, lubricantes oculares en gotas.
¿Hay relación entre el uso de celulares y cáncer? Hasta el momento, no se detectó una relación directa entre afecciones tumorales y el uso de teléfonos celulares y smartphones, eso no quiere decir que no lo haya. Lo mejor es prevenir el abuso del celular y alejarlo lo más posible del cuerpo cuando se pueda, y utilizarlo sólo en casos indispensables.
No es malo apagar el teléfono cuando no se lo necesita. La nomofobia, que es el miedo irracional que sienten algunas personas cuando algo les impide interaccionar con el móvil, también es una enfermedad, y es mejor prevenirla.
La reaparición del uso de auriculares en forma rutinaria en los jóvenes ya se había registrado en los 80, con los walkman. En la actualidad, está más extendido por las aplicaciones de los celulares y la proliferación de MP3 y iPods. A partir de la masificación, resulta clave prestar atención, ya que los headphones pueden causar pérdida auditiva, sobre todo cuando se escucha en forma prolongada y/o con volumen alto.
. Estar alerta ante zumbidos, sobre todo si se producen durante la noche, cuando el medio ambiente se acalla,
. Aparición de tapones de cera reiterados. Lo aconsejable es visitar al otorrinolaringólogo en forma preventiva para controlarse.
En cuanto a los celulares, conviene tener en cuenta: La tecnología puede solucionarnos problemas de la vida moderna, pero también pueden generar otros, al dañar la salud, sobre todo con los excesos. Por eso, en cuanto al uso de los teléfonos celulares se aconseja:
. Hablar lo indispensable y por períodos cortos.
. Los padres debemos estar informados y alertas, para evitar los abusos mencionados ya que los niños son los más sensibles; por eso, hay que evitar que lo usen los menores de 16 años.
. Recién llevar el celular al oído cuando empieza a llamar.
. Mientras se escriben SMS, alejarlo del cuerpo.
. Cuando esté encendido mientras se viaja, llevarlo en un maletín o cartera.
. El uso dentro de vehículos puede aumentar el nivel de radiación.
. Si se lo lleva en el bolsillo, apagarlo o ponerlo con el teclado hacia el cuerpo.
. Durante la noche, ponerlo en un lugar alejado de la cama.
. Evitar usar el celular para jugar o escuchar música.
(*) El columnista (foto) es médico (MN 79593) y gerente de Staff Médico.
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