Los infartos de miocardio se llevan más de 17 millones de vidas al año y se estima que la cifra ascenderá a 23 millones para 2030, según la OMS.
En coincidencia con el Día Mundial del Corazón, que se conmemora el 29 de septiembre, los expertos recordaron algunos aspectos claves en materia de prevención y salud cardiovascular.
Dos importantes variables colaboran para disminuir esta alta prevalencia de enfermedades cardiovasculares y su mortalidad. Por un lado, la prevención ligada a cambios en el estilo de vida y los chequeos médicos preventivos, y por otro, la posibilidad de la reanimación frente a un evento de muerte súbita que -de acuerdo con la ley nacional vigente- obligar a contar con desfibriladores y personal entrenado en lugares públicos.
La ley N° 27.159, reglamentada el año pasado, establece que cada espacio público disponga de desfibriladores externos automáticos (DEA). Además, la cantidad de personas que aprenden técnicas de reanimación cardiopulmonar (RCP) lograron que quienes sufran un paro cardiaco tengan más chances de sobrevivir.
"El desfibrilador es un dispositivo electrónico portátil con capacidad para diagnosticar fibrilación ventricular o taquicardia ventricular. Emite la señal de alerta para la aplicación de una descarga eléctrica que restablezca el ritmo cardíaco normal", explicó Soledad Romero, licenciada en enfermería y especialista clínica de productos de Centros de Servicios Hospitalarios.
"Es importante promover la accesibilidad de toda la población a la resucitación cardiopulmonar y a la desfibrilación, con estos equipos en espacios públicos y privados, y generar conciencias sobre la importancia de los lugares cardioasistidos, para incentivar la cadena de supervivencia", subrayó.
Lo cierto es que todas las personas con una breve charla de capacitación pueden entender el funcionamiento y aplicación de un DEA, y hacer una reanimación cardiovascular efectiva que salva vidas a diario.
"Pero, además de este tipo de equipos, ya hay dispositivos de la más novedosa tecnología para el uso de los profesionales. Están diseñados para que los médicos puedan administrar en menos de 8 segundos una descarga eléctrica de 200 watts en caso de ser necesario", agregó Romero.
El doctor Patricio Rattagan, médico cardiólogo intervencionista (M.N. 133.775) del Servicio de Hemodinamia del Hospital Posadas, ofreció los siguientes seis consejos simples para el cuidado del corazón:
- Hacerse chequeos periódicos. Tanto en la infancia como en la adultez resulta una buena práctica visitar al médico clínico y al cardiólogo para poder evaluar, entre otros parámetros, los niveles de presión arterial, el peso, el perfil de lípidos y la glucosa en sangre.
"El primer contacto con los especialistas representa una oportunidad única no solo por la posibilidad de detectar precozmente enfermedades cardiovasculares, sino también por ser un excelente momento en el cual poder dar consejos saludables, y así poder prevenirlas", señaló Rattagan.
- Cuidar el perfil lipídico.
El colesterol y los triglicéridos elevados facilitan el desarrollo de aterosclerosis, es decir placas de ateromas que pueden obstruir las arterias, y aumentar el riesgo cardiovascualr.
Es muy importante reducir el consumo de grasas saturadas, que están en las carnes rojas, en los quesos y en los lácteos enteros, y evitar los fiambres, los embutidos, algunos productos de panadería industrial y los ultraprocesados. Mientras tanto, se aumenta el consumo de frutas y verduras.
- Evitar el sobrepeso. "El sobrepeso y la obesidad exhiben valores casi epidémicos en Occidente, y nuestro país no es ajeno a eso: afecta a más de 50 por ciento de la población según datos del Ministerio de Salud. Son importantes los buenos hábitos alimentarios y la actividad física diaria, para el control del peso", advirtió el doctor Rattagan.
- No al cigarrillo. "Ya es muy conocido el daño que produce fumar, y que su abandono disminuye las probabilidades de tener un infarto, un ACV, cáncer y enfermedades respiratorias. Es importante que las personas que tienen deseo de abandonarlo sepan que pueden acercarse al médico para lograrlo", aseveró el cardiólogo.
- Caminar o hacer deporte. El ejercicio físico ayuda a cuidar el corazón, las articulaciones y, además, colabora con reducir el estrés. "Es importante realizar actividad física aeróbica, como caminar, y se sugieren 30 minutos diarios al menos 5 días a la semana", apuntó Rattagan.
- Manejar el estrés. "No decimos evitarlo, porque sabemos que en este mundo es imposible. Pero sí se pueden sumar meditaciones, yoga, hacer pausas activas en la jornada laboral y, por qué no, apelar a una terapia psicológica cuando uno se siente colapsado por situaciones familiares o laborales. Ayudan mucho a la salud del corazón", concluyó Soledad Romero, de CSH.
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