"Lo importante es diferenciar el gas natural del monóxido de carbono (CO). El primero es un hidrocarburo y se compone de distintos gases naturales que no poseen toxicidad. Se distribuye mediante cañerías a industrias, comercios y domicilios particulares. Cuando se extrae, el gas carece de olor. Por una medida de seguridad, se le aplica un odorante", comenzó Viviana Barilá, jefa de Asuntos Públicos y Sustentabilidad de MetroGas.
En una charla #SinBarbijo con El Informatorio, agregó que "si alguien detecta olor a gas en la vía pública o en cualquier otro sitio, puede comunicarse al teléfono de emergencias de MetroGas las 24 horas del día, los 365 días del año: 0800 999 1050".
"A su vez, el monóxido de carbono (CO) es un gas que se produce por la combustión de gas natural o de otros combustibles, como la nafta o el querosene, y hasta de leña. No tiene olor o sabor. Y no se percibe por los sentidos. De ahí que sea un enemigo silencioso", señaló al mismo tiempo que recordó que, de un año a otro, la compañía diseña campañas para generar conciencia sobre el peligro del monóxido de carbono, de qué forma prevenir siniestros y cómo reaccionar antes de que sea tarde.
"El escape de gas, por su parte, se detecta por el olfato. Aparece por la rotura o la falta de mantenimiento de una cañería, o bien un artefacto en mal estado. Esto puede provocar un olor característico en el ambiente, asfixia y hasta explosiones o incendios si entra en contacto con el oxígeno y un acelerador (un cortocircuito eléctrico)", concluyó.
La inquietud de este medio surgió a partir de una tragedia en el barrio porteño de Balvanera, que algunos portales de noticias relacionaron con un escape de gas, en lugar de hablar de la verdadera causa: el monóxido de carbono.
"La irrupción del monóxido de carbono (CO) responde a la falta de oxígeno en forma equilibrida. Ingresa a los pulmones de las personas y genera que la sangre no lleve oxígeno a las células. Esto produce migrañas, cefaléas, vómitos, pérdida del conocimiento e incluso la muerte. El monóxido se acumula en el organismo", sostuvo en la misma charla #SinBarbijo con El Informatorio.
"Un primer indicio de que hay mala combustión y, por lo tanto, monóxido de carbono (CO) consiste en que la llama de los artefactos -que debería ser azul- se torna rojiza o anaranjada. Lo mismo sucede si la llama se vuelve poco uniforme", prosiguió la jefa de Asuntos Publicos y Sustentabilidad de MetroGas.
"Esto puede ser consecuencia de la falta de mantenimiento de los artefactos o falta de oxígeno en el ambiente porque los conductos de ventilación, o las rejillas de ventilación reglamentarias, están obstruidos", advirtió.
"Muchas personas suelen tapar en invierno las rejillas de ventilación, porque dicen que, por allí, ingresa frío. Esa circulación es la que permite que el aire del lugar se renueve y haya suficiente oxígeno", apuntó.
"Los accidentes con monóxido de carbono (CO) se pueden prevenir. En ese sentido, falta que los usuarios adquieren más hábitos como la revisión periódica de los artefactos y las ventilaciones, a cargo de gasistas matriculados", subrayó Viviana Barilá.
"Una medida clave para evitar siniestros es utilizar los artefactos a gas solo para que lo fueron creados. Por ejemplo, no intentar calefaccionar la casa con las hornallas de la cocina o el horno. Porque están preparados para estar encendidos un tiempo razoble, el de una cocción", alertó.
"Tampoco se deben colocar calefones o estufas en espacios cerrados, como baños o pasillos. Solo están habilitados los equipos de tiro balanceado, siempre y cuando los ductos de ventilación se encuentren libres", dijo.
"En promedio, las estufas suelen estar apagadas durante 6 meses. En ese período, se pueden tapar las salidas al exterior con hojas, basura o nidos de pájaros. De esa manera, el monóxido de carbono no encuentra vía libre y entra al ambiente", aseveró.
"Por lo general, los accidentes con monóxido de carbono (CO) llegan a conocimiento de MetroGas después de la intervención de bomberos, fuerzas de seguridad o del SAME. Nuestro equipo realiza pericias para detectar la presencia de monóxido de carbono, tal cual aconteció en la tragedia de Balvanera", comentó.
"El gas es un recurso confiable, siempre y cuando se respeten las condiciones mínimas de seguridad, supervisadas por un gasista matriculado", reflexionó.
Como recomendación, la jefa de Asuntos Públicos y Sustentabilidad de MetroGas sugirió que "los consorcios hagan mantenimiento de las áreas comunes, por caso, la sala de medidores. Los edificios antiguos deben requerir los servicios de gasistas matriculados de primera categoría".
Antes de despedirse de la charla #SinBarbijo con El Informatorio, Viviana Barilá mostró entusiasmo por "los tres mil alumnos de escuelas técnicas de CABA y la provincia de Buenos Aires que fueron alcanzados en 7 años por el programa Instalando Calor Seguro. La iniciativa alienta que estos jóvenes se conviertan en gasistas matriculados".
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