El Día del Cáncer de Mama se conmemora el 19 de octubre.
Este año el esfuerzo debe redoblarse ya que, en el país, durante los meses de cuarentena por el coronavirus COVID-19, solo 40 % de las mujeres realizó sus controles mamarios, si se toma en cuenta los promedios de años anteriores.
Otro dato alarmante es la comparación de las cirugías efectuadas ya que, actualmente, según las estimaciones de la Sociedad Argentina de Mastología, se opera apenas 35% de los cánceres de mama que habitualmente se hacen durante el mismo período.
"La pandemia no ha puesto en pausa las enfermedades no transmisibles. Continuaron su desarrollo en cuarentena, con el agravante del sedentarismo, la escasa o nula exposición al sol con bajas de vitamina D, la mala alimentación, un significativo aumento del consumo de alcohol y tabaco, sumado a la inestabilidad emocional", explicó el doctor Luciano Cassab, vicepresidente de la Sociedad Argentina de Mastología.
Para enfrentar el cáncer de mama, las mejores estrategias las dan los chequeos de rutina. El motivo es simple: permiten la detección de la enfermedad en sus estadíos iniciales, cuando existe 95 % de posibilidades de cura y se requieren tratamientos menos agresivos.
Sin embargo, en el contexto de la pandemia del COVID-19, "comprobamos que únicamente 40 % de las pacientes realizó sus estudios mamarios de control", puntualizó la médica cirujana mastóloga Gabriela Candás.
Sobre los efectos de esta situación, el doctor Juan Luis Uriburu, presidente de la Sociedad Argentina de Mastología, opinó que "por temor al contagio o simplemente por la ausencia de síntomas, muchas mujeres postergaron sus estudios de control anual, en los cuales la mamografía es fundamental para la detección precoz. Seguramente, en uno o dos años, encontremos las lesiones que hoy no controlamos. Probablemente, las veremos en estadíos más avanzados, necesiten tratamientos más intensivos y agresivos que los que indicaríamos ahora y -tal vez- disminuyan las probabilidades de cura".
"Es muy importante llegar al diagnóstico temprano, y para ello es imprescindible que las pacientes retomen sus controles de rutina y el seguimiento particular indicado por su médico", subrayó Uriburu y agregó que "cada institución cuenta con protocolos para cuidar y brindar la mejor atención, durante este momento tan difícil".
Los turnos espaciados, la menor cantidad de pacientes en las consultas y los debidos recaudos de protección personal son las medidas primordiales.
"Con los protocolos implementados, no habrá mayor riesgo que salir a caminar o hacer las compras en un supermercado", sostuvo Juan Luis Uriburu.
Los expertos de la Sociedad Argentina de Mastología sugieren hacer un chequeo mamario completo, según la edad:
- Antes de los 35 años, durante el control ginecológico anual se realizará el examen físico y, cuando el médico lo considere, se pedirá una ecografía mamaria, como primer estudio.
- En mujeres sin antecedentes ni síntomas, se indica una mamografía de base a los 35 y anualmente, a partir de los 40. De acuerdo a las características personales, el mastólogo podrá considerar acompañarla de una ecografía.
- Cuando la mujer presenta síntomas o algún tipo de anormalidad en las mamas, puede ser necesario comenzar antes la rutina de estudios con imágenes o realizar un seguimiento más continuo.
- En caso de ser portadora de una mutación genética, se incorporará una resonancia magnética nuclear mamaria a los estudios de control.
- En mujeres con antecedentes de primer grado (madre, hermana o hija con cáncer de mama), se recomienda hacer el primer control diez años antes de la edad de detección del cáncer del familiar más cercano, que por lo general es a los 30.
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