martes, 9 de octubre de 2018

NutrilónProFutura 4 y la ONG Pata Pila crearon un centro de prevención y nutrición móvil, en Salta

Las comunidades más humildes del norte de Salta, junto a  las cuales trabaja Diego Bustamante -director de la Asociación civil Franciscana Pata Pila-, necesitan, entre otras cosas, educación e información.

Estas herramientas, según la experiencia del titular de Pata Pila, resultan fundamentales para que las familias que viven allí puedan desarrollar un futuro mejor en su casa, escuela y en las relaciones interpersonales con la sociedad.

Esta situación lo movilizó, en alianza con NutrilónProFutura 4, a crear un centro de prevención y nutrición móvil; la unidad de cuatro ruedas, que visitó más 16 comunidades, traslada un equipo de profesionales multidisciplinarios.

Los conocimientos, que aportan los distintos especialistas (pediatras, asistentes sociales y psicopedagogos), se transmiten a través de talleres informativos. "Son prácticos, lúdicos y, a través de ellos, las familias pueden incorporar la información necesaria que no tenían debido al poco acceso a posibilidades", aseguró Diego Bustamante, en Salta.

En su gran mayoría, los talleres están dirigidos a las madres, porque pueden convertirse en agentes de cambio de las situaciones en las que se encuentran sus hijos, a los que acompañan en vida diaria. Una mamá, que sabe qué es lo que tiene que hacer frente a distintas circunstancias, va a poder pelear por sacar adelante a su familia.

En estas comunidades, ellas son las que cocinan y se ocupan de cuidar a los chicos. Su rol, a partir de la incorporación de conocimientos, será el de nutrir el futuro: potenciar la vida, dar las herramientas que el niño necesita hoy para tener un mañana, y ser la posibilitadora de que sus hijos desarrollen todo el potencial.

Se tornarán, entonces, en "empoderadoras de información". Esta metodología trajo mejoras concretas, gracias a los talleres y las atenciones médicas y nutricionales que, en lo que va del año, superaron 5.000. 

"Alrededor de 1.700 chicos de Salta pasaron por el centro, algunos con casos críticos como malnutrición; los mismos siguen siendo atendidos para certificar su recuperación al igual que sus madres, quienes comienzan a finalizar su proceso de empoderamiento. Mamás que no sabían dar correctamente la lactancia, y que no estaban al tanto que hervir el agua es una clave para no enfermar a su hijo, aprendieron a preparar una mamadera, cocinar con nuevos ingredientes y combinarlos de distintas maneras", explicó Bustamante, de la ONG Pata Pila

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