El cardenal Gianfranco Ravasi (en la foto, con la hermana Theresa), máxima autoridad del Consejo Pontificio de la Cultura del Vaticano, presidirá esta edición de El Atrio de los Gentiles, que se realiza por primera vez en la capital bonaerense y por segunda en la Argentina.
El jueves 5 de noviembre, de 17.30 a 19.15, habrá tres diálogos simultáneos: Borges, ciencia y fe, Borges, Almafuerte y La Plata, y Responsabilidad Social y Ciudadana, los dos primeros en el Teatro Argentino, y el último en el auditorio del Colegio de Médicos.
A las 19.30, en el Teatro Argentino, el cardenal Ravasi; Pedro Barcia, de la Academia Argentina de Educación; la periodista y exsenadora nacional María Eugenia Estenssoro; y la viuda del escritor, María Kodama (por vídeoconferencia desde la Universidad de Guadalajara, México), propondrán una charla sobre la ética, la antropología, la espiritualidad a través de la mesa Borges, trascendencia y agnosticismo.
Entre otras personas que han comprometido su presencia, se encuentran el escritor Abel Posse; el doctor en Física, Ángel Plastino ((UNLP-CONICET); el arzobispo de La Plata, Héctor Aguer; el poeta y miembro de la Academia Argentina de Letras, Rafael Oteriño; el académico y experto en RSE, Juan José Almagro; el decano de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad local, Martín López Armengol; el exintendente de la ciudad, Abel Roman; el Coro de Niños de la Casita Lourdes; y músicos del Teatro Argentino, entre otros.
El Atrio de los Gentiles es un espacio de encuentro que se organiza bajo la forma de eventos en distintas ciudades del mundo para favorecer el diálogo entre creyentes y no creyentes, sobre temas siempre vinculados al encuentro y al diálogo que se nutren de la diversidad. En la Argentina, el Foro Ecuménico Social lo convoca desde 2014.
En 1965, Jorge Bergoglio, jesuita en formación y profesor de Literatura en un colegio de Santa Fe, le escribió humildemente a quien ya era tal vez el más prestigioso escritor argentino, invitándolo a dar una lección de literatura gauchesca para sus alumnos. Borges lo sorprendió, aceptó y brindó un seminario de cinco días.Medio siglo después, Francisco, a través del Atrio de los Gentiles vuelve a invitar a Borges y a convocar a una audiencia, interesada por escuchar, reflexionar y acercarse de algún modo a quién es hoy uno de los más grandes exponentes de la literatura argentina y un confesado agnóstico, apasionado por el conocimiento de las religiones. Este acercamiento será posible mediante la voz de intelectuales, académicos y artistas, sobre los cuales ejerció una gran influencia.
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