Grandes y medianas empresas de distintos sectores y rubros, miembros del Consejo Empresario para el Desarrollo Sustentable, participaron de una visita a la Planta Tortuguitas de Unilever, para conocer cómo la compañía logró que 100 % de los residuos generados sean reducidos, reutilizados o reciclados.
Durante la visita, Ana Muro, coordinadora del Área de Responsabilidad Social Corporativa del CEADS, sostuvo que "compartir buenas prácticas entre empresas es un ejemplo de querer fomentar y garantizar la sostenibilidad ambiental y social. Es, asimismo, demostrar que la visión de largo plazo y el compromiso asumido están en pleno ejercicio".
El proyecto forma parte del Plan de Vida Sustentable de Unilever, que fue lanzado a nivel mundial en 2010 y que apunta a reducir el impacto ambiental y a incrementar su impacto positivo en la sociedad, contemplando como objetivo la reducción de desperdicios.
En 2014, alcanzó la meta de no enviar residuos desde ninguna de sus operaciones de manufactura, logística y oficinas administrativas, lo cual significa que más de 240 plantas en 67 países reciclan o reutilizan 100 % de sus residuos.
En ese contexto, Unilever Argentina se convirtió en la primera filial, a fines de 2013, en alcanzar la meta. Esta iniciativa implicó para la compañía un ahorro de más de €200 millones en costos y la creación de cientos de puestos de trabajo a nivel global.
Para alcanzar esta meta, se modificaron hábitos de trabajo, se redujo en 30 % la cantidad de basura generada en las factorías de Unilever y se hicieron más eficientes los procesos, reduciendo costos.
En 2014, la Planta de Tortuguitas recicló 801837k. de papel y cartón, lo que equivale a 13631 árboles no talados, y ahorró 4410 MWH de energía, 21247m3 de agua y 10023 m3 en rellenos sanitarios.

Federico Sueiro, VP de Supply Chain Unilever Cono Sur, explicó que "el modelo Cero Basura a Rellenos Sanitarios es totalmente replicable a cualquier tipo de compañía. Nuestra recomendación es que, siempre debe partirse de una determinación de la alta dirección, con el compromiso de los líderes y metas acotadas. Debe haber un foco en la reducción, ya que el mejor residuo es el que no se genera. Este tipo de programas tiene un impacto social importante en la formalización de la cadena de valor, desarrollando a la comunidad de recicladores quienes obtienen nuestros subproductos como capital de trabajo".
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