martes, 23 de octubre de 2007

Dr. Lencinas (Instituto Pasteur): "Recipientes con agua se transforman en criaderos de mosquitos"

"Aunque el gobierno de la ciudad de Buenos Aires fumigue, los vecinos tienen que eliminar los recipientes donde se acumula agua porque son criaderos de mosquitos", explicó el doctor Oscar Lencinas, director del Instituto de Zoonosis Luis Pasteur, consultado por El Informatorio-Radio Palermo sobre la proliferación de estos insectos en territorio porteño.

Después de intensas tareas de fumigación en espacios verdes, desde el viernes una ola de mosquitos volvió a invadir la Ciudad. Al parecer, se quedarán mientras la humedad y las temperaturas cálidad continúen. Las autoridades confirmaron que sigue en marcha el cronograma de fumigaciones en plazas y parques. Y alertaron, asimismo, que debe evitarse la acumulación de agua para que no aumente la aparición de insectos.

El doctor Oscar Lencinas explicó qué precauciones hay que tomar.

Marcelo Mendieta: ¿Por qué se produce esta proliferación de mosquitos en la ciudad de Buenos Aires y alrededores?
Oscar Lencinas: Hace bastante tiempo que la prolife-ración del mosquito va aumen-tando. Por otro lado, hay un cambio en el clima: son más largos los veranos, las altas temperaturas, las lluvias. Y por otro lado también no se toman muchos cuidados, sobre todo, evitar los depósitos de agua. Y veo que en los parques –inclusive al costado de las rutas-, suele haber una gran cantidad de bolsas de plástico tiradas que son especiales: se junta agua, viene la hembra pone el huevo y nacen ahí los nuevos mosquitos. Es una forma de ir creando criaderos artificiales. Es el descuido de los humanos. Si bien en la ciudad de Buenos Aires están fumigando, tenemos que pensar en eliminar todos los recipientes donde se acumule agua. Porque hablar de mosquitos es hablar de agua. Ese concepto hay que tenerlo bien claro. Por otro lado, el concepto equivocado de la gente de que las bajas temperaturas matan a los mosquitos… Otra cosa que es importante: el trabajo que se hizo en invierno en la ciudad de Buenos Aires, tratando de eliminar todos los criaderos de mosquitos en hospitales, escuelas, parques, también se debe hacer en los municipios vecinos de Buenos Aires. Se debe trabajar en conjunto porque los mosquitos no respetan la general Paz. No piden permiso o pagan peaje. Y, por supuesto, se debe apuntar a los buenos hábitos de la gente: que no tengan recipientes donde se junte agua y se hay una pileta, mantenerla bien clorada o si no desagotada. Los tanques de agua deben estar cubiertos. Es el momento de limpiar las canaletas, porque después del invierno se juntan las hojitas y con el agua es un criadero de mosquitos… Hay muchas cosas para hacer, la fumigación es el último recurso. Pero ahora no queda otra alternativa que usarlo.

M. M.: ¿Cuáles son los peligros de esta invasión de mosquitos, más allá de las molestias habituales que provoca? ¿Pueden trasmitir alguna enfermedad?
O. L.: Los mosquitos de los parques -los más molestos- son autóctonos. Y ellos empiezan a picar, a reprodu-cirse, a partir de los 8/9 grados centígrados. Por suerte, en la ciudad de Buenos Aires no hemos detectado que trasmitan algún virus, pero pueden trasmitir encefalitis. En la ciudad de Buenos Aires no están infectados estos mosquitos. Otros mosquitos, los que provienen de Africa –de la época del comercio de esclavos- llegaban en barcos donde había recipientes con agua, y allí estaba el Aedes aegypti infectado. Ese mosquito tiene hábito domiciliario y empieza la actividad a los 16 o 17º centígrados. Para ellos es más duro el invierno. El Aedes es responsabilidad de nosotros: he ido a algunas escuelas –y no es una crítica en particular a los docentes- y allí tienen el potus con el agua, y eso es un criadero de mosquitos, en especial, de Aedes. O la macetita con el platito abajo… Podemos tenerlo, pero hay que agregarle arena.

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