"Un equipo interdisciplinario de 10 investigadores, mujeres y varones, del CONICET -que trabajamos en un laboratorio de Tucumán- descubrió un microorganismo que, gracias a un acuerdo con Danone Argentina, enriqueció la fórmula de Yogurísimo y, desde hace un par de meses, está al alcance de la comunidad en general. Este probiótico activa el sistema inmunológico y fortalece las defensas del organismo del consumidor. El nuevo yogur ayuda a prevenir enfermedades en los sistemas respiratorio y gastrointestinal", resumió la doctora en Bioquímia Pía Taranto.
La líder del proyecto desarrollado en el Centro de Referencia para Lactobacilos (CERELA), dependiente del mencionado Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas, mantuvo una charla #SinBarbijo con El Informatorio, vía Zoom.
"Es un orgullo saber que lo que investigamos durante años puede ser adoptado por la sociedad a la que pertenecemos. El Consejo nos brinda la libertad de elegir el camino para el cual nos hemos formado. Estoy más relacionada con las Ciencias Exactas y la Biología. Así que me especialicé en probióticos", comenzó.
"Los probióticos contribuyen a mejorar la salud y la nutrición funcional. Es decir que beneficia las funciones de nuestro organismo. Si se los consume en concentraciones determinadas, generan un efecto benéfico", prosiguió.
"En el caso del CERELA, nos dedicamos al estudio de las bacterias lácticas como probióticos, tanto en sus aplicaciones en salud como tecnológicas. Este grupo de microorganismos es muy versátil: nos permiten crear desde yogures modificados hasta quesos y leches fermentadas, pasando por otras matrices, por ejemplo, vegetales, cárnicas y panificadas", explicó.
"Los efectos benéficos de los probióticos deben comprobarse en varias etapas de laboratorio, desde los tubos de ensayo, pasando por ratones (en este caso) y, finalmente, en seres humanos. Nosotros corroboramos las propiedades y las condiciones para que los resultados sean óptimos", subrayó.
El Lactobacillus rhamnosus CRL1505 -así lo identificaron Pía Taranto y sus colegas del CONICET- "es un microorganismo biológicamente activo, de manera que pueden crecer y multiplicarse, y alcanzar un volumen para las fases de estudio y de aplicación. Por eso, hay que conservar estos probióticos para que no se pierdan", señaló en otro tramo de la charla #SinBarbijo con El Informatorio.
"Esta bacteria estimula el sistema inmunológico. Cuando ingresa al organismo, aumenta las defensas y mejora la preparación para resistir infecciones respiratorias e intestinales. Tras haber comprobado estos efectos, la tecnología permite que avancemos del tubo de ensayo a bioreactores de diferentes tamaños. De este modo, puede ingresar a una línea industrial como la de Danone", reveló.
"En Tucumán, hubo una precuela con el programa Yogurito Escolar, que depende del Estado provincial. A través de la articulación público-privada, hace 12 años (sin contar las interrupciones por la pandemia) se incorporó al desayuno y a la merienda de 50 mil niños de 56 escuelas por medio de yogures, quesos y un bioingrediente, es decir la misma bacteria deshidratada, para diluir en infusiones", informó.
"Ahora, alcanzamos 600 escuelas con 300 mil chicos por año", dijo con orgullo.
"Esta iniciativa surgió de una necesidad real, de una gran deuda social, la desnutrición infantil. Nos sumamos como científicos a colaborar con el programa Copa de leche, articulamos con las empresas lácteas y formulamos la primera versión del yogur probiótico", evocó.
"En plena pandemia, comenzamos las conversaciones con Danone. Si bien Yogurito es muy valioso a nivel de políticas públicas, faltaba llegar al resto de la comunidad. Con la solvencia científica nacional y una empresa de esa envergadura, junto a Yogurísimo llegamos a toda la sociedad", apuntó.
"Llevó casi un año aprobar las instancias regulatorias, porque Danone quería comunicar en sus envases el papel del CONICET", deslizó.
"Cuando empezamos las conversaciones sobre esta transferencia de licencia de uso de la tecnología, el Consejo y la compañía acordaron un pago de regalías (que facilitan más y mejores investigaciones científicas) y un impacto social que acompañara el salto comercial. Una parte de los productos Yogurísimo con probióticos se reparte con fines sociales", advirtió.
Antes de despedirse de la charla #SinBarbijo con El Informatorio, la doctora Pía Taranto insistió en que "la idea es que Yogurito se expanda a otras provincias".
Y aseveró desde el CERELA: "Soy una argentina en todas en mis células y es una gran satisfacción aportar un granito de arena para sacar el país adelante".
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