Estos espacios ofrecen amplitud y sensación de libertad a los ambientes, y permiten variadas formas de decoración.
Cuando se compra un inmueble no se adquiere solamente una superficie plana, sino también un espacio cúbico que se define tanto por la distancia entre paredes sino la que hay entre el piso y techo (o cielorraso).
El volumen en el que se habita en un departamento de techos altos es mucho mayor y hace la diferencia por la amplitud sobre todo por el estilo y las alternativas que brinda.
. Luz y vistas: se encuentran ventanas más grandes, lo que aportará como factores fundamentales, mejor iluminación, proyección y amplitud.
. Arte y estilo: al disponer de paredes más altas, las posibilidades decorativas se expanden y diversifican. Se pueden ubicar cuadros de dimensiones importantes y se adaptan diferentes estilos de iluminación, tanto arañas de techo como lámparas modernas de gran formato, en espacios comunes o bien en los dormitorios.
. Espacios prácticos: los techos altos permiten potenciar esos espacios con el armado de grandes bibliotecas y, en los pasillos, generar espacios de guardado tipo bauleras.
. Calidad de vida: la acústica de un ambiente de mayor volumen es mejor, reduce los ecos y los bullicios cuando hay acumulación de gente. Además, la circulación del aire resulta más fluida.

Desde el punto de vista del valor de una propiedad, y si bien la tendencia es medir solo el metro cuadrado, el plus que da una locación de techos altos suma valor, aunque todavía la industria del Real Estate no la tiene en cuenta, concluyó Francisco Villamayor.
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