lunes, 23 de abril de 2018

Presbicia: mitos y verdades sobre la colocación de lentes intraoculares, por el experto Robert Kaufer (*)

Las personas de edad se ven cada vez más jóvenes, aunque la omnipresencia de las pantallas –computadoras, celulares, tablets, TV, etcétera–, y la contaminación lumínica hacen que algunos males propios de la edad se adelanten.

Es el caso de la presbicia, que hasta hace unos años hacía que todos los mayores de 50 tuvieran que usar anteojos, y que hoy se empiezan a ver en quienes apenas pasan los 40.

La presbicia es causada por el desgaste del cristalino (la lente natural del ojo), y, hasta la aparición de tratamientos quirúrgicos de alta eficacia, la solución obligada era el uso permanente de diferentes anteojos.

Al disponer de esa alternativa, sin embargo, muchas personas con presbicia no saben que actualmente existen soluciones más confortables y muy seguras, o bien tienen sus lógicas dudas a la hora de pensar en un tratamiento que requiere la vía quirúrgica, como la colocación de lentes intraoculares.

A continuación, se reproducen algunas de las inquietudes más frecuentes: 

1. ¿Es realmente definitiva la solución quirúrgica de la presbicia? Es cierto que el tratamiento mediante cirugía refractaria de la córnea pierde su efecto al cabo de unos años y es necesario repetir la operación. Pero una buena cirugía de colocación de lentes intraoculares, por el contrario, provee una solución definitiva. La presbicia se produce por la modificación del cristalino, y lo que buscamos precisamente al reemplazarlo por una lente intraocular, que es inalterable, es una solución de una vez y para toda la vida.

2. Sin embargo, hay quienes después de la operación siguen usando anteojos… Por supuesto, pero solamente para algunas actividades especiales en las que cualquiera, aún con visión perfecta, los necesitaría. El concepto consiste en eliminar la dependencia de los anteojos. A pesar de que en 93 % de los casos los pacientes operados nunca más los usan, es posible que en algún caso, si se quiere poner a leer a las diez de la noche, cansado y con no tan buena luz, probablemente un par de anteojos pueda facilitarle las cosas. Pero no los necesitará para saber si lo que tiene enfrente cuando está en la ducha es shampoo o crema de enjuague, para manejar o para leer sus mensajes en el celular.

3. ¿Provocan molestias en los ojos las lentes intraoculares? No se sienten en absoluto, ni tras la cirugía ni tampoco después. El único efecto posible es una pequeña aureola acompañando algunas luces nocturnas: puede suceder un poco al principio, pero al cabo de poco tiempo, por un proceso natural de neuroadaptación, el efecto mejora. Este efecto tiene que ver con la estructura de las lentes intraoculares, no es una falla del tratamiento.

4. ¿Cuánto dura la intervención para colocación de lentes intraoculares?A lo sumo 15 minutos. En caso de que se hallen afectados ambos ojos, lo habitual es que se lo resuelva mediante dos operaciones con una semana de intervalo entre ambas.

5. ¿Requiere anestesia general la operación? Aunque hay pacientes que prefieren estar sedados durante la operación para no estar conscientes, en realidad basta con el uso de anestesia local mediante gotas para no sentir molestia alguna antes, durante ni después.

6. ¿Puede ser molesto o complicado el posoperatorio? La colocación de lentes intraoculares no requiere período de recuperación porque los resultados son prácticamente inmediatos. Al abrir los ojos tras la operación, el paciente ve con alguna alteración por la dilatación de las pupilas, pero al día siguiente generalmente la visión está prácticamente recuperada del todo, y eso es lo que más impacto causa, porque muchos habían olvidado lo que significaba ver bien.

7. ¿Todos los casos de presbicia pueden resolverse con lentes intraoculares? No siempre, y de ahí la importancia del diagnóstico diferencial y el asesoramiento previo. El tratamiento con lentes intraoculares corrige las patologías localizadas en el cristalino, pero en el diagnóstico previo debe ser exhaustivo por si además existiera cualquier otra patología, especialmente alguna que hiciera desaconsejable la intervención, en cuyo caso será necesario recurrir a otra alternativa.

8. ¿Cuál es el margen de seguridad de estos tratamientos? El riesgo existe en cualquier tipo de cirugía sea cual sea la técnica. Pero por supuesto que si fuera considerable, no se debe hacer ninguna operación en una persona cuyo único problema es que necesita anteojos para leer. Por otra parte, la seguridad y eficacia del tratamiento dependen de la calidad de la cirugía y de la lente también. La implantación de lentes intraoculares es un tratamiento que en la Argentina se está haciendo cada vez más. Nuestro centro –fundado en 1981 por el doctor Günther Kaufer– es pionero en esta técnica desde sus inicios y hoy cuenta con tecnología de última generación.

9. ¿Cuál es la mejor tecnología a la hora de realizar la intervención quirúrgica? El progreso logrado por la oftalmología de precisión con las lentes intraoculares multifocales, sumado a una innovación reciente como el láser de femtosegundo, que permite automatizar con extrema exactitud las operaciones de corte y colocación de estas lentes, hacen que el confort y la seguridad del paciente sean óptimos.

Esta nueva tecnología permite realizar la apertura circular del cristalino de manera exactamente idéntica todas las veces, lo que le ofrece al paciente un mayor estándar de seguridad que cuando esa parte de la cirugía se hace a mano. De todas maneras, las mejores tecnologías pueden mejorar los estándares de un centro de salud, pero jamás pueden suplir el saber ni la experiencia del médico especialista.

10. ¿Puede prevenirse la presbicia? ¿Cuáles son sus signos? Ver la hora en el despertador al levantarse, diferenciar el shampoo de la crema de enjuague cuando se está bajo la ducha, prepararse el desayuno, ver los números en el tablero al entrar en el auto para manejar, son las tareas cotidianas que empiezan a dificultarse cuando la presbicia aparece. La consulta es motivada, la mayor parte de las veces, por la pérdida de la calidad de vida; pero lamentablemente muchas de ellas recién se dan cuando la pérdida visual ya está muy avanzada. Por ahora, la única forma de prevenir o demorar la aparición de la presbicia es reducir el tiempo de exposición del ojo a las pantallas electrónicas, a las que, sin embargo, nuestra cultura nos lleva a estar cada vez más dependientes.

(*) El columnista (foto) es especialista en Cirugía Oftalmológica y director médico de Kaufer Clínica de Ojos (M.N. 83.878 / M.P. 445.193-4).

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