martes, 2 de agosto de 2016

RSE: Ledesma se suma a la moda sustentable

Las grandes transformaciones empiezan por un pequeño cambio de actitud.

Bajo el ala de esta premisa tan antigua como universal, la industria del vestir se encamina hacia un nuevo paradigma: la moda sustentable.

¿De qué se trata? Ser sustentable implica un abordaje amplio, desde las materias primas utilizadas y el proceso de producción hasta el respeto por el trabajo de quienes confeccionan las prendas.

En ese marco, elementos no tradicionales para la industria como el papel comienzan a ganar terreno y marcar tendencia. 

Recientemente, la Universidad de Palermo, en alianza con las marcas de Ledesma de Papel Visión e Ilusión (fabricados a partir de fibra de caña de azúcar, un recurso natural y renovable que además es amigable con el medio), organizó los talleres "El papel de la moda", en los cuales promovieron el diseño y la realización de vestimentas con este material.

Como esta, hay muchas iniciativas que van hacia ese objetivo, en un mercado donde cada vez hay más marcas y diseñadores independientes que se preocupan por crear ropa amigable con el ambiente.

Sin embargo, los profesionales insisten en mirar también hacia el otro eslabón de la cadena. Educar al cliente en un consumo responsable se vuelve fundamental y, si bien el camino se inicia al momento de elegir qué comprar, va mucho más allá: el gasto excesivo de energía y agua en cada lavado y el descarte de prendas cuando no se procura que lleguen a otro usuario que pueda aprovecharlas son los "pecados" más frecuentes. 

La sustentabilidad propone optar por ropa de materiales nobles, hecha con recursos renovables y cuya fabricación no atente contra la naturaleza. Pero con eso solo no alcanza, y hay que garantizar una vida útil provechosa para todos aquellos productos que viven en nuestro armario.

Dosificar los lavados y hacerlos en modo económico, no emplear la plancha y el secarropas si no es necesario, donar lo que dejamos de usar e incluso reutilizar prendas rediseñándolas son las mejores maneras de contribuir al desarrollo de una moda sustentable. Todas estas cuestiones a tener en cuenta requieren un compromiso consciente de diseñadores, productores, comerciantes y compradores.

Por eso, la educación se convierte en una pieza elemental desde el primer paso, y con esta consigna como disparador, cada vez son más las escuelas y universidades que incorporan esta mirada en la formación de sus alumnos, profundizando no solamente en la importancia de generar una moda amigable con el medio ambiente, sino también incorporar materiales como el papel a este proceso que pone a prueba la creatividad.

Así, encontrar alternativas para que vestirse trascienda únicamente la apariencia, es el desafío que viene.

Desde un diseño único en papel hasta los mil usos que podemos darle a pantalón o una pollera; todos podemos cooperar para cuidar el planeta y nuestros recursos sin resignar estilo y originalidad.

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