
El sondeo deja en claro que el principal determinante del aumento de las ventas fue el desplazamiento de competidor de los productos importados (32%), junto con la calidad de sus productos (21,95%).
La Fundación Pro Tejer, que representa a la cadena textil argentina, aseguró que “luego de haber atravesado un primer cuatrimestre de 2009 con una caída en el nivel de actividad de hasta 30% respecto al mismo período del año pasado, hoy se observa una reanimación especialmente en la producción de artículos vinculados al proceso de sustitución de importaciones –fundamentalmente confecciones para el hogar e indumentaria-, alentados por la política industrial del gobierno nacional para enfrentar la crisis económica internacional”.
El secretario general de la Asociación Obrera Textil (AOT), Jorge Lobais, por su parte, sostuvo que “parece que muchos se olvidaron o no les importa cómo, en la década pasada, la importación destruyó en forma indiscriminada puestos de trabajo y precarizó las condiciones laborales, con secuelas que han llevado muchos años poder recuperar los trabajadores con oficio”.
“La voracidad de los importadores, que se quieren llenar sus bolsillos a costa de los trabajadores en la Argentina debe tener un freno”, agregó Lobais.

Por su parte, el titular de la Cámara de la Industria del Calzado (CIC), Alberto Sellaro, sostuvo que “las importaciones significan un puesto de trabajo menos para un argentino" y desmintió las versiones sobre un posible desabastecimiento interno: "no falta calzado, por lo tanto no hace falta importar para abastecer el mercado interno. La producción del sector creció de 35 millones de pares en 2002 a 90 millones en la actualidad", concluyó.
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