miércoles, 5 de agosto de 2009

Industriales argentinos defienden producción local

Según una encuesta cualitativa de la Fundación Pro Tejer, realizada en julio pasado entre 120 empresas del sector, la cadena de valor de la agro-industria textil y de indumentaria de la Argentina comenzó a reflejar, en el último trimestre de 2009 -mayo, junio y julio-, “signos de reactivación productiva”, a pesar de la crisis económica internacional.

El sondeo deja en claro que el principal determinante del aumento de las ventas fue el desplazamiento de competidor de los productos importados (32%), junto con la calidad de sus productos (21,95%).

La Fundación Pro Tejer, que representa a la cadena textil argentina, aseguró que “luego de haber atravesado un primer cuatrimestre de 2009 con una caída en el nivel de actividad de hasta 30% respecto al mismo período del año pasado, hoy se observa una reanimación especialmente en la producción de artículos vinculados al proceso de sustitución de importaciones –fundamentalmente confecciones para el hogar e indumentaria-, alentados por la política industrial del gobierno nacional para enfrentar la crisis económica internacional”.

El secretario general de la Asociación Obrera Textil (AOT), Jorge Lobais, por su parte, sostuvo que “parece que muchos se olvidaron o no les importa cómo, en la década pasada, la importación destruyó en forma indiscriminada puestos de trabajo y precarizó las condiciones laborales, con secuelas que han llevado muchos años poder recuperar los trabajadores con oficio”.

“La voracidad de los importadores, que se quieren llenar sus bolsillos a costa de los trabajadores en la Argentina debe tener un freno”, agregó Lobais.

La Cámara de la Industria del Juguete indicó que “la política del Gobierno nacional para sostener los puestos de trabajo en la industria juguetera dio resultado, ya que no sólo no hubo despidos sino que se incorporó personal a las empresas. Las estadísticas del sector reflejan que las importaciones ingresadas en el período de mayo a julio de 2009 -u$s30 millones y 5,4 millones de kilogramos– permitieron una importante oferta de variedad importada, lo que evitó así el desabastecimiento”.

Por su parte, el titular de la Cámara de la Industria del Calzado (CIC), Alberto Sellaro, sostuvo que “las importaciones significan un puesto de trabajo menos para un argentino" y desmintió las versiones sobre un posible desabastecimiento interno: "no falta calzado, por lo tanto no hace falta importar para abastecer el mercado interno. La producción del sector creció de 35 millones de pares en 2002 a 90 millones en la actualidad", concluyó.

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