Ernesto Rodríguez: "Vacalin exporta dulce de leche a EE.UU., Canadá, Japón, Vietnam y otros mercados"

 

"Empezamos a vender dulce de leche industrial a fin de abastecer a casi todas las fábricas de alfajores y madalenas. Hoy producimos helados, quesos (como el cremoso y el port salut que han sido galardonados) y otros lácteos. Además, tenemos la planta libre de gluten y exportamos dulce de leche a Japón, Estados Unidos, Canadá, Vietnam y otros mercados", anunció con entusiasmo Ernesto Rodríguez, dueño de la marca Vacalin, durante una charla #SinBarbijo con El Informatorio.

Vacalin fue distinguida con uno de los Premios Pyme 2023, que entregan Banco Galicia y Clarín, el correspondiente a la trayectoria casi centenaria de la marca. 

"Estamos felices porque estos reconocimientos hacen bien, después de los palos que nos comemos a diario. Hay que seguir con el trabajo", sonrió. 

Al hacer un racconto sobre la historia la empresa familiar que él mismo lidera, evocó a su abuelo "que llegó de España en 1922 y, a los cuatro años de haber desembarcado, comenzó a repartir dulce de leche. En el 28, puso una fábrica junto a otros tres españoles (había catorce socios de esa nacionalidad), y creó las marcas Vacalin y El mago". 

"Le quiso dejar la empresa a mi padre, pero él no se bancó mucho a los otros españoles y, al poco tiempo, se abrió y se llevó la etiqueta Vacalin. En 1972, compró una pequeña planta e incorporó a mi hermano Hugo. Yo me sumé en el 75/76", recordó.

"Ahí, empezamos a pelearla juntos y a salir para adelante. No sé cómo pero llegamos hasta acá", repasó sin perder la sonrisa. 

En cuanto a la diversificación del negocio, contó que las tiendas "Vacalin de Fábrica surgieron con la idea de vender nuestros lácteos. Así, comenzamos con el helado familiar excelente, que se caracteriza por su calidad como todo lo que hacemos. En el equipo, somos fanáticos de la calidad porque nos gusta comer bien". 

"Siempre apostamos por la calidad, buscamos mejorar cada producto, y trabajamos mucho", subrayó Ernesto Rodríguez en otro segmento de la misma charla #SinBarbijo con El Informatorio. 

Respecto de la decisión de fabricar alimentos sin TACC, reveló que "mi mujer tenía dos primas que son celíacas. Y el marido de una de ellas es el vicepresidente de la empresa, Adrián Cagnoli. Coincidimos, entonces, en que era una buena idea hacer que la planta de Vacalin fuera libre de gluten, con el propósito de que nuestros productos resultaran aptos para personas con celiaquía". 

"Hace poco, comenzamos también con alimentos kosher. Vino un muchacho que quería hacer alfajores y se sumó otro empresario más", aseguró. 

"Damos trabajo a unas mil personas, si contamos a los proveedores. Contamos con fleteros, camioneros, fábricas que trabajan para nosotros. Además, se suman muchas personas que vienen a comprarnos mercadería para vender. Eso es líndo que nos pase. A la semana, vuelven contentos con más pedidos y se terminan convirtiendo en buenos distribuidores", reflexionó con satisfacción. 

A escala internacional, Vacalin también se expande. 

Según el propio Ernesto Rodríguez, "nuestro dulce de leche se exporta a Japón, Estados Unidos, Canadá o Vietnam. Llegamos a mercados insólitos. Con el dulce de leche, vamos creciendo en el mundo. A cada lugar al que llega, gusta. Hay que enseñar a comerlo", resumió.

"El dulce de leche, al comienzo era una hobby, para compartir en reuniones. Porque producíamos a escala industrial, para abastecer a casi todas las fábricas de alfajores y madalenas", deslizó. 

Antes de despedirse de la charla #SinBarbijo con El Informatorio, pidió que el próximo gobierno de la Argentina "nos brinde seguridad, salud y trabajo a todos. Que genere empleo genuino, que haya cultura del trabajo. Es necesario que se pongan en marcha escuelas de oficios, tecnicaturas, porque faltan electricistas, mecánicos, plomeros, albañiles y pintores en las fábricas".

"Necesitamos gente buena, que quiera trabajar; que vuelven los chicos que emigraron, que vengan de otros países. ¡Tenemos un país hermoso! Hay que dar vuelta todo, cambiar. El empresario chico quiere trabajar y ver bien a la gente", sentenció el propietario de Vacalin.