¿Por qué se dio este aumento en los precios? El principal componente de esta suba fue el atraso cambiario.
Los precios en dólares aumentaron a medida que el atraso cambiario se hacía más notorio. Por lo tanto, el paradigma hasta la fecha parecería haber sido dominado por un ajuste en los precios en dólares debido a un tipo de cambio que no acompañaba la suba de la inflación.
Sumado a la vez, shocks exógenos en la demanda dados como consecuencia de controles cambiarios que comenzaron a regir a finales del 2011.
Este paradigma parecería haber creado un mercado de Real Estate inflexible a la baja, dado que, al momento de comprar una propiedad, el inversor no sólo observaba la baja o casi nula tasa interna de retorno de su inversión por medio de alquiler, sino también contemplaba la ganancia por tenencia que este inmueble le generaba.
Por el lado del costo de la construcción, este parecía tener una tendencia permanente a la suba en dólares, debido nuevamente al esquema de atraso cambiario mostrando correcciones en las devaluaciones (2014, salida del cepo cambiario a final del 2015, hasta la última devaluación).
La actual depreciación de la moneda argentina parece marcar el comienzo de una nueva era, no obstante es muy temprano para conocer en detalle cual será el desenlace del mercado. Por el lado del tipo de cambio, nos encontramos en niveles similares a los que teníamos previo a 2008, con una tendencia que parece haberse roto (salido de la curva) que nos abre la puerta a incertidumbre en el precio y sobre todo a la correlación macroeconómica.
En este punto, podemos plantearnos al menos dos escenarios basados en el comportamiento de las variables macroeconómicas, sobre todo en el precio del tipo de cambio nominal y en el contexto inflacionario. En primer lugar, un esquema similar al anterior en el que el proceso inflacionario dilapide la devaluación, volviendo a generar presión sobre los precios en dólares del metro cuadrado, manteniendo la inflexibilidad a la baja y resolviendo finalmente continuar con la tendencia de rally alcista.
El segundo esquema, y quizás un poco más alineado a las expectativas y comportamiento del Banco Central, estaría dado por la política cambiaria, flotación entre bandas ajustadas por inflación, al mismo tiempo que el control de agregados monetarios parecerían dejar atrás posibles retrasos cambiarios.
Por otra parte, el costo de construcción en dólares se encuentra en sus niveles más bajos desde 2009, lo cual genera una ganancia extraordinaria para los desarrolladores posicionados en moneda dura, que podrían generar flexibilidad a la hora de negociar precio final, sobre todo en la entrega de nuevas viviendas, no así en el precio de los proyectos cercanos a finalizar y departamentos usados.

Este ajuste podría ir hacia valores en los que resulten más atractivas las tasas de retorno de la renta mensual, al mismo tiempo que permita nuevos proyecto financiados por crédito hipotecario.
(*) El columnista (imagen) es economista y Research Manager de CBRE.
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