viernes, 23 de noviembre de 2012

Salud en verano: cómo tratar la deshidratación de bebés y niños, por Maricarmen Difabio (*)

1) ¿Cuáles son las causas de deshidratación en niños y bebés?
La hidratación se puede definir de la siguiente manera: cuando el aporte de agua y electrolitos correspondientes a las necesidades basales y las perdidas concurrentes en un individuo son neutras; es decir, cuando el balance de lo que ingresa al organismo y los egresos son iguales. Ahora podemos definir deshidratación. Es el estado clínico consecutivo a la falta de líquidos y electrolitos en el organismo.
Puede suceder por varias causas, por ejemplo, debido al aumento de perdidas, o por causas intestinales como vómitos, diarrea, o extraintestinales como quemaduras, poliuria, y por falta de aporte.
La primera causa de deshidratación en el mundo se conoce como diarrea aguda infecciosa. En esta intervienen varios mecanismos, entre ellos, vómitos que no permiten el ingreso de líquidos al organismo. Diarrea que aumenta las perdidas. Fiebre y decaimiento, que producen una menor ingesta.

2) ¿Cuáles son los síntomas?
Dependen del grado de deshidratación. La forma mas objetiva para establecer el grado de deshidratación consiste en tener en cuenta el peso normal que debe tener la persona. Además es importante estar al tanto sobre los signos de deshidratación, por ejemplo si el niño o bebé llora sin lagrimas, si tiene la boca seca con aumento de la sed, si orina menos, si no moja el pañal, si tiene los ojos hundidos, si está muy decaído, o si su respiración resulta agitada.

3) ¿Cómo prevenir la deshidratación?
La leche materna es la mejor protección contra la deshidratación. Hay que tener presente la importancia del lavado de manos con agua y jabón antes de alimentar al niño, de preparar la comida y luego del cambio de pañales.
Es fundamental mantener la higiene de la casa, lavar regularmente cuchillos, tablas o mesadas utilizadas para cortar carnes crudas antes de cortar otros alimentos. También resulta clave mantener la cadena de frío de los alimentos, conservarlos en la heladera. Lavar frutas y verduras, y mantener la basura cerrada.

4) ¿Cuál es el tratamiento que debe realizarse si el niño está deshidratado?
Depende del grado de deshidratación y cuadro clínico del niño. La rehidratación oral se elige en la deshidratación leve o moderada. Se previene hidratando al niño, ofreciéndole abundantes líquidos helados, fraccionados en pequeños volúmenes. Para poder recibir este tratamiento el niño debe estar en posición semisentado.
También se utilizan sales de hidratación oral desarrolladas por la OMS (Organización Mundial de la Salud) para la Terapia de Rehidratación Oral (TRO). Cuando esta no es posible o fracasa, se indica la hidratación por sonda nasogástrica.
Si los efectos son negativos, se utiliza la hidratación endovenosa, requiriendo en estas situaciones de la internación. En cuanto se logra la tolerancia oral, se recomienda no suspender el pecho, no suspender la leche, no diluirla, utilizar azúcar, dar abundantes líquidos.
No utilizar gaseosas ni infusiones caseras y reiniciar precozmente la alimentación con sólidos para prevenir la desnutrición.

5) Comentarios generales.
La diarrea aguda es un problema muy común, que se autolimita. La severidad del cuadro está directamente relacionada con el grado de deshidratación en niños previamente sanos. Además de la frecuencia y volumen de las deposiciones, los vómitos deben considerarse un signo indirecto de severidad de mayor riesgo, y deben tenerse en cuenta en el tratamiento, ya que no permiten la hidratación.
Por lo tanto, ante la presencia de gastroenteritis, se pude iniciar la hidratación en el domicilio, pero si las perdidas por diarrea son importantes, si el niño tiene fiebre alta de difícil manejo, si se lo ve desmejorado, decaído, si aparece algún signo de deshidratación, o hay presencia de sangre en la materia fecal, se debe consultar inmediatamente al medico.
El calor intenso es otra causa de deshidratación, frente al mismo los niños deben reponer el líquido que pierden por sudoración bebiendo abundantes cantidades de bebidas.

(*) La autora de esta columna (foto) es médica pediatra (MN 74.318) del Hospital Privado de Niños.

Más información en Fundación Hospitalaria, Cramer 4601 (CABA), teléfono (011) 4704-2300.

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