martes, 3 de julio de 2007

"Estamos al mismo nivel que los chinos", dijo Gonzalo Mon, cuyo equipo -apoyado por Telecom- salió 5° entre 23 en el Mundial de Fútbol de Robots

“Los chinos siguen siendo los número uno. Los primeros 4 puestos a nivel internacional, igual que el año pasado, fueron de ellos; después quedamos nosotros y abajo se ubicaron Corea, Inglaterra, Alemania”, reveló Gonzalo Mon, de Spiritual Machine, el equipo argentino que –con el auspicio de Telecom- participó en el 12° Mundial de Fútbol de Robots en Estados Unidos y logró el 5° puesto.

23 equipos científicos de todo el planeta disputaron el 12º Mundial de Fútbol de Robots organizado por la FIRA – Federación Internacional de Fútbol Robótico.

El equipo argentino campeón en 2006 “Spiritual Machine”, conformado por Hernán Freedman y Gonzalo Mon, quedó en 5° lugar en una disputada serie final y contó con el apoyo de Telecom. En El Informatorio-Radio Palermo (*) dialogamos con Mon, uno de los integrantes de este verdadero seleccionado nacional de fútbol robótico.

“Volvimos hace unos días del Mundial que se hizo en la ciudad de San Francisco (Estados Unidos)… Los cuartos de final estuvieron muy peleados. En los últimos años con el equipo que tenemos estamos entre los mejores… Las diferencias en los primeros lugares se miden por un gol… Los chinos siguen siendo los número 1. Por lo menos, le estamos metiendo presión ya no pueden estar tan relajados. Hace 2 años que nosotros nos metimos ahí: los primeros 4 puestos, igual que el año pasado, fueron chinos; quedamos nosotros y abajo se ubicaron Corea, Inglaterra, Alemania… Estamos casi en el mismo nivel que ellos”, comenzó el relato GM.

Marcelo Mendieta: ¿Qué formación tienen ustedes, Gonzalo Mon y tu compañero Hernán Freedman, que representaron a la Argentina en este 12° Mundial de Fútbol de Robots?
Gonzalo Mon: Con Hernán Freedman, nos conocimos en la Universidad, en la UTN, y somos ingenieros en sistemas. Esto (del fútbol robótica) sigue siendo un hobby para nosotros, a diferencia de los países que compiten no vivimos de esta disciplina. Es un pasatiempo...

M. M.: Ustedes recibieron el valioso apoyo de Telecom Argentina, pero sé que compitieron con equipos que cuentan con aportes no sólo de empresas sino también de universidades y de sus respectivos Estados.
G. M.: Hace 4 mundiales que estamos participando, y los chinos todavía no pueden entender cómo aparecemos nosotros de la nada. Y nos dicen: ‘pero ustedes, ¿no son ingenieros en sistemas, no tuvieron una Universidad?’ No pueden entender cómo la Universidad no nos paga un sueldo todo el año para que nos dediquemos nada más que a esto, que es el caso de ellos. Ellos trabajan en el departa-mento de robótica de la universidad tal de China, por ejemplo, y viven para eso. Y el objetivo de China, ya a nivel de política nacional, es salir primera en un campeonato internacional de robótica porque eso después es un referente para toda su industria tecnológica: para decir que son los mejores.

M. M.: ¿Cómo se hace para lograr un buen resultado en una situación tan desventajosa?
G. M.: Lo que nos hace llegar a eso es que nos apasiona. Si fuera por el resto, no lograríamos nada. Este es el primer año que una empresa nos apoya. En los otros mundiales, siempre nos pagamos el pasaje, todo nosotros. Realmente, estamos más que agradecidos con Telecom, que se pasaron… Es todo a pulmón. Para que se den una idea el equipo está programado entre las 12 de la noche y las 4 de la mañana. Esas son las horas que le dedicamos: el tiempo que nos queda después de haber trabajado, haber llegado a casa, estar con la familia y, cuando todos se van a dormir, nos quedamos programando los robots.

“La UAI (Universidad Abierta Interamericana) –explicó Mon, uno de los dos pilares de Spiritual Machine- tiene un departamento de tecnología… y tienen una persona muy capaz que se llama Gonzalo Zabala. El está instalando todo esto de una manera más seria, porque participó en mundiales y al ver cómo trabajan en otros países le está dando importancia. Desde la Universidad, es la persona que está manejando el tema más seriamente. Después hay otras universidades que aparecen esporádi-camente porque, quizá, a un grupo de egresados les interesó el tema pero después se pierde. No hay un plan que le dé continuidad. Los chinos tienen planes a 50 años que los siguen al pie de la letra”.

M. M.: Uno piensa en robots y se imagina humanoides, ¿en qué consiste este juego organizado por la Federación Internacional de Fútbol Robótico en el cual Uds. representaron a la Argentina?
G. M.: En esta categoría los robots son cubos que tienen 7,5 centímetros de lado y se desplazan en una cancha que tiene las dimensiones de una mesa de ping-pong más o menos, y que tiene paredes. Son 5 contra 5. Y nosotros estamos participando en una categoría en particular, donde presentamos sólo el software a la competencia, no presentamos los robots (porque ahí no tenemos posibilidad de competir en la Argentina pues estamos a años luz de países como China, Corea o Singapur)… Nosotros competimos en programar la inteligencia de los robots (los “jugadores” piensan que jugada van a hacer), que en realidad es lo que le interesa a la liga. Porque lo demás ya está súper-desarro-llado comercial-mente en esos países, y cualquier persona con dinero puede comprar los robots terminados.

M. M. ¿Tenés idea de cuánto dinero mueve en el mundo esta disciplina en países desarrollados o que son potencia en el fútbol robótico?
G. M.: Un equipo para participar en esa categoría costará unos 20 mil dólares. A eso habría que sumarle los sueldos que cobra esta gente durante el año. Lo que sí es muy importante para ellos son todos los conocimientos que se desprenden de esta actividad. El fútbol lo ponen como excusa para desarrollar temas de inteligencia artificial, de reconocimiento de imágenes, de navegación de robots, que después son aplicables a la industria, y ahí sí le sacan provecho.

M. M.: El fútbol con robots, ¿es un fin en sí mismo o tiene como objetivo desarrollar esa tecnología para tareas que son inhumanas o que requieren una gran precisión?
G. M.: Sí, por ejemplo, el manejo de explosivos, materiales peligrosos.

M. M.: Ustedes van a defender esta temporada el título de campeones argentinos que obtuvieron en 2006. ¿Cuántos equipos van a participar, cuándo y dónde se juega el torneo local de fútbol robótico?
G. M.: Este año se iba a hacer en la UBA, pero por un tema organizativa de la Universidad de Buenos Aires se va a hacer en la UAI en agosto. Todavía no está definida la fecha. La semana que viene va a haber una reunión y allí nos entera-remos cuántos equipos hay. Siempre hay un número cercano a 15 o 20 equipos, la mayoría de los cuales provienen de universidades y colegios técnicos de todo el país. Casi todos están allí porque lo hacen a pulmón, más que por lo que aportan las instituciones.

Cerramos con una reflexión: el campeonato es una buena excusa para que el público en general se acerque, y los funcionarios públicos, encargados del área de Ciencia y Tecnología, Educación, tomen cartas en el asunto, junto a las autoridades universitarias. Y vean si se puede tomar una partida presupuestaria para destinarla a esta clase de emprendimientos. Mientras tanto, uno reconoce el aporte de empresas como Telecom Argentina que ha apoyado a Spiritual Machine para participar del 12° Mundial de Fútbol Robótico.

(*) El Informatorio-Radio Palermo, que se emite los martes a las 16 por FM 94.7, es auspiciado por Movistar Argentina, Cervecería y Maltería Quilmes, Interacción ART, Soluciones G, Marcelo Cuggini, Banco Ciudad y Telecom Argentina.

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