La vocera del grupo y Patricia Charriton, de Sanofi pasteur, la división vacunas del laboratorio, compartieron una entrevista con Marcelo Mendieta sobre NutrirNos Dignifica, el programa de RSE creado en 2006 con 3 ejes principales: nutrición, educación y salud.
Nutrirnos Dignifica colabora con la Fundación Convivir, la Asociación Amigos de Casa de Galilea, El Jagüel de María -que es un hogar-, el comedor comunitario El Pastorcito (foto principal) y la ONG Equipo Juan de la Cruz, en la zona norte del gran Buenos Aires, "por el compromiso con el barrio en el cual estamos", subrayó Fotia.
"La planta de vacunas está en Pilar y por eso desplegamos acciones en esa localidad, en Boulogne, en San Isidro. Realizamos donaciones monetarias y de cosas que entrega nuestro personal: hay mucha gente solidaria en el grupo que integran alrededor de 500 personas. En invierno hacemos colecta de ropa de abrigo; de libros; de lo que sea necesario. Pero nuestro foco único no es donar, atender la urgencia, o hacer caridad. La idea es ayudar a que se desarrollen: los talleres apuntan a dar oportunidades a jóvenes, adolescentes y chicos, que puedan capacitarse y sentirse incentivados a concretar proyectos. Hablamos de una política global de Sanofi-aventis", agregó la responsable de comunicaciones."Con NutrirNos Dignifica, llegamos a 300 chicos en los centros que apadrinamos. No buscamos masividad sino calidad. Lo ideal sería poder hacer, en el futuro, cantidad con calidad", dijo Silvina Fotia.
"A Sanofi-Pasteur llegaban muchas donaciones y había muchas ganas de devolver a la comunidad lo que recibíamos como empresa. Así nació esta iniciativa", intervino Patricia Charriton, de la división vacunas.
"El personal participa de varias maneras. Además de las donaciones -que mencionó Silvina- de lavarropas, heladeras, muebles, todos los meses, cuando se pagan los sueldos, cada empleado depositaba en una urna el dinero que podía entregar. Lo recaudado sirve para comprar alimentos, artículos de limpieza o lo que necesiten las entidades que apadrinamos. Y el año pasado, junto a varios voluntarios, pintamos un comedor al que asisten 150 chicos por día, durante un fin de semana. Era fundamental que estuviera en condiciones: los voluntarios hicieron el trabajo y compraron la pintura", señaló Patricia Charriton, de Sanofi pasteur, antes de despedirse.
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