Este volumen ayuda a comprender el mundo de la IA sin la necesidad de tener conocimientos técnicos, con el objetivo de aprender de manera sencilla, fácil y rápida conceptos, que podrían parecer complejos.
Sin embargo, la parte "complicada" consiste en "lidiar con la velocidad a la que suceden los cambios y la gran cantidad de información (y de desinformación), a la que nos someten los medios y las redes sociales todos los días. Saber diferenciar lo que es cierto o útil de lo que no, para mí, es la parte más compleja y lo que pretendo facilitar con el libro".
El libro detalla, plantea y responde cuestiones como qué es la IA, cómo resuelve problemas y cómo aprende. Así, el lector perderá el miedo a ciertos términos.
"Independientemente de cómo vaya a afectar a nuestro trabajo o a nuestra vida cotidiana, conocer cómo funciona la IA nos puede ayudar a tomar decisiones correctas, a prepararnos y a saber discernir las formaciones o debates que pueden llegar a nuestros oídos", reflexionó la autora.
Asimismo, señaló que las bases de la IA comienzan con entender cómo un asistente puede ayudar a hacer las cosas de forma más eficiente y mejor, "no se trata de que haga las cosas por nosotros, sino que consiga que las hagamos mejor y de forma más rápida".
De igual manera, no se trata debatir si un trabajo es mejor si es hecho por un humano o por la IA, sino "de que el trabajo sea el mejor posible y, para ello, contamos con nuestro cerebro, profesionalidad, creatividad y experiencia, pero, además, tenemos una ayuda extra que debemos aprovechar".
Para la especialista, el primer paso consiste en conocer bien la IA (cómo funciona, cómo aprender y entender sus posibilidades); mientras que el segundo es probar, jugar, "ver lo que son capaces de hacer las herramientas y adaptarnos a esta nueva forma de trabajo y de vida cuando antes", no resistirse a ella.
Para comprender el potencial de esta herramienta, Susana García García - Tuñón puso un ejemplo: "Imagina que un médico, al tratar de diagnosticar una enfermedad poco común, pudiera acceder en segundos a millones de datos, diagnósticos y síntomas de pacientes de todo el planeta durante años (eso sería Big Data) y, con base en ello, determinar el mejor tratamiento sabiendo lo que ha funcionado o fallado antes (eso sería Inteligencia Artificial). No es que haga nuestro trabajo, es que haga que nuestro trabajo sea mejor y más eficiente".
A criterio de Susana García, realmente no hay complicación alguna para entender IA, pero lo más importante es entender bien las bases y conceptos.
"La vida tan ajetreada que llevamos suele hacer que nos saltemos este primer paso y comencemos a utilizar herramientas de IA sin comprender y conocer todas sus posibilidades, ni los beneficios o peligros que trae consigo", aseguró.
"La vida tan ajetreada que llevamos suele hacer que nos saltemos este primer paso y comencemos a utilizar herramientas de IA sin comprender y conocer todas sus posibilidades, ni los beneficios o peligros que trae consigo", aseguró.
Asimismo, la autora destacó en su libro cómo la IA afecta o beneficia a los distintos sectores profesionales y, para ello, realizó una analogía con la llegada de internet o la digitalización: "por ejemplo, los diseñadores gráficos se vieron afectados con la llegada de herramientas de software o programas de diseño, pero no de la misma forma. Los que supieron adoptar y tener estas herramientas como aliadas mejoraron y ampliaron sus posibilidades profesionales", mientras que aquellos que se negaron a utilizarlas se quedaron atrás o fueron reemplazados.
"Con la llegada de la IA ocurre lo mismo. Quienes decidan tenerla como aliada y potenciar con ella su talento tendrán la ventaja frente a quienes insistan en ser reticentes o a los nuevos profesionales con menos experiencia, que creen que todo se puede hacer de forma automática sin un talento o creatividad detrás", puntualizó la experta.
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