El resultado es un texto apasionante, bien escrito y, sobre todo, repleto de información y datos valiosos, característica que suele exigir la relectura de varios pasajes para no perder detalles clave.
La ejecución, el libro escrito por Emilia Delfino y Rodrigo Alegre (editado por Sudamericana - Random House Mondadori), logra resumir en menos de 250 páginas un trabajo minucioso y de amplias ramificaciones, que bien podría haber dado material para un par de volúmenes.
La dupla de autores, y esto es un mérito que hay que subrayar, va mucho más lejos que la propia justicia. Y no sólo porque el periodismo esté exento de la burocracia de tribunales.
Sino también porque actúa libre de condicionamientos políticos, más en un caso de tanta sensibilidad.
Pero, sin duda, que Delfino y Alegre se hayan sumergido en este mundo paralelo, que funciona del otro lado de la ley, con normas propias y estrictas, excede con creces el tráfico de efedrina, la presencia de narcos mexicanos o colombianos, o la precisión de killers autóctonos o importados que trabajan con total impunidad.
Y hasta las conexiones policiales y políticas que terminan de cerrar este círculo diabólico, en el cual algunas deudas se pagan con la vida.
Sin duda, La ejecución es uno de los libros de 2011.
Imperdible, polémico y con hipótesis sorprendentes sobre este asesinato, hasta ahora, perfecto, hay que leerlo para saber en qué mundo vivimos.
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