miércoles, 13 de julio de 2016

Salud: consejos para padres sobre cómo higienizar al recién nacido, por la doctora Marisa Breton (*)

En primer lugar hay que tener en cuenta que los bebés nacen recubiertos con una película de grasa, denominada unto sebáceo.

Y el primer baño al recién nacido en la sala de parto, sirve para retirar todas las secreciones, incluso parte del sangrado del parto, pero se trata de no retirar el unto sebáceo, que es absorbido por la piel directamente.

A las horas de nacer, el bebé realiza su primera deposición. 

¿Cómo se limpia? Esa sustancia se llama meconio y está formada por células, secreciones y líquido amniótico que el bebé deglutió durante la vida fetal.

Estas deposiciones, que ocurren durante las primeras 48 horas, se deben lavar solo con agua, sin ningún tipo de producto.

¿Cuándo está listo el bebé para el primer baño? Desde que nace, el bebé está apto para recibir un baño con las características y el cuidado necesario. Sin productos de ningún tipo y con el agua templada apenas por encima de su temperatura corporal. Justamente por eso, puede recibir el baño apenas nace. Al momento de bañarlo, solo deben usarse jabones neutros y no champú.

La cola se limpia con agua durante los dos o tres primeros días. A partir del cuarto, se puede usar un producto oleoso como el óleo calcáreo.

Hay que tener un cuidado especial con los pliegues de abajo del brazo o de la entrepierna, ya que estas dos zonas son húmedas.

Después del baño, deben quedar lo más secas posibles, y no debe usarse ningún producto que no sea el agua y el jabón neutro.

Con respecto a las orejas, nunca debe usarse hisopos en los bebés. La higiene del pabellón externo del oído se hace con agua y de manera muy delicada, evitando que ésta ingrese.

En cuanto a la higiene bucal, las encías no se limpian, salvo que el médico del bebé lo requiera en forma expresa. Pero no es habitual.

Consejos:

- Es preferible usar óleo calcáreo antes que toallitas húmedas.

- Entre los dedos del pie no es necesario poner talco o maicena. Solo hay que asegurarse de que no quede humedad en la zona.

- Hasta que el ombligo se caiga, la limpieza se realiza con gasa y alcohol, con cada cambio del pañal.

- Las lagañitas se limpian con gasa embebida en solución fisiológica.

(*) La columnista -foto- es neonatóloga (MN 115.895) de la Fundación Hospitalaria, Cramer 4601 (CABA), teléfono: (011) 4704-2300.

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