Franco Valente apuesta a guardar toallas y toallones en el cuarto de baño en forma decorativa

El baño no es un cuarto más del hogar: es uno de los lugares donde uno se puede relajar y desconectarse del mundo.

Esa desconexión incluso ayuda a estimular la creatividad y darle lugar a mejores ideas.

Por eso, la decoración resulta fundamental, y las toallas no deben quedar excluidas.

Según los diseñadores de la marca Franco Valente, existen diferentes propuestas destinadas a guardar toallas y toallones, a la vez que decorar el cuarto.

Canastos: es muy popular y una de las más fáciles. Los canastos de mimbre o metal quedan muy bien en el cuarto de baño, y ayudan a mantener las toallas ordenadas y listas para usar. Se las puede mantener enrolladas o dobladas. Una alternativa que gana casilleros consiste en los canastos colgantes, que permiten ahorrar espacio en espacios reducidos. Pueden ir colgados a una pared o mueble, y eso da más lugar para otros objetos.

Muebles abiertos o estantes: cuando hay estantes o muebles abiertos, una buena idea apuesta a poner las toallas a modo decorativo. Se puede jugar con los colores y las texturas, para darle un más estilo al cuarto. Incluso existen estantes en tubos que habilitan disponer en diferentes formas.

Colgadas bajo los estantes: esto puede solucionar muchos problemas. Con solo colocar unos ganchos bajo algún estante, se crea un método para guardar las toallas de forma práctica, y que además a los más chicos les resulta muy fácil de seguir.

Colgadas en barandas: los rieles también son una buena opción, y uno de los grandes clásicos en el baño. Además, no tienen que ir solo en alguna pared: una buena forma de aprovechar espacio –sobre todo en los baños pequeños– es colocando las barandas detrás de la puerta.

Latas: se presentan como una versión entre los canastos y los estantes en tubo. Hay muchas opciones de diseños de latas en diversos tamaños. Se pueden ubicar sobre algún mueble en pirámide exponiendo las toallas, o también colgándolas a modo de estante.

Organizadores: al igual que las latas, los organizadores se encuentran en muchísimas variedades: tejidos, de mimbre, metal, tela y otros materiales. Son una buena opción porque también permiten agregar otros objetos que a veces no se sabe dónde ubicar, como cepillos, jabones y cremas.