jueves, 26 de septiembre de 2013

Salud y Belleza: cómo preparar el cuerpo y la piel para el verano, por Irene Bermejo (*)

El primer paso consiste en detectar dónde se está parado y saber con exactitud cuánto se debería modificar el cuerpo, ya sea a través de la dieta y/o de la actividad física.

La visita al nutricionista resulta esencial, ya que el profesional podrá realizar un estudio de antropometría. Esta es una herramienta muy importante, porque con la medición física se puede desarrollar un plan, trazar objetivos y al mismo tiempo da la posibilidad de controlarlo. Además de los lineamientos dietéticos, se podrá evaluar la actividad física.

Tener la silueta deseada requiere de disciplina, fuerza de voluntad y la incorporación de hábitos saludables. El paciente debe comprender que el trabajo que el dermatólogo o especialista realiza sobre los tejidos superficiales y de sostén de la piel, se complementa con un estilo de vida donde la actividad física, la buena alimentación y el bienestar general sean los pilares.

¿Qué se puede aconsejar a los pacientes para que complementen de forma adecuada los tratamientos corporales?

Abdomen
Es el punto débil de muchas mujeres, debido, sobre todo, a cuestiones hormonales. En muchos casos, la sensación de hinchazón abdominal no se debe solamente a los kilos de más, sino también a la retención de líquidos. Si bien la obesidad no siempre se hereda, sí se recibe por línea directa la forma del cuerpo, y es muy habitual que muchas mujeres comiencen a tener panza alrededor de los 40 años, aproximadamente, cuando adquieren las características genéticas de la madre o el padre, sobre todo en la etapa pre-menopáusica.
Hay diversos factores que pueden ayudar a que se desarrolle fácilmente la panza, como los embarazos, subir y bajar de peso, una dieta desequilibrada, tratamientos inadecuados y la falta de ejercicio, entre otros. El exceso de alcohol, tabaco, sal y café también forma parte de una lista de "indeseables" para este problema. Para eliminar esta grasa acumulada, hay que combinar ejercicio aeróbico (para quemar la grasa) y ejercicios de tonificación específicos para endurecer la zona y moldearla.

Cola
Los glúteos son músculos con funciones muy específicas e importantes. Son extensores y rotadores del hueso de la pierna; sostén y medio de elevación de la pelvis, y mantienen al organismo de pie.
Desarrollar un glúteo fuerte no sólo tiene un objetivo estético, sino que el fortalecimiento ayuda a evitar problemas de espalda sobre todo a los que pasan muchas horas de pie. Unos glúteos firmes y formados, se benefician con ejercicios y una alimentación adecuada. Lo ideal apunta a realizar, por lo menos tres veces a la semana, cualquier ejercicio u actividad que trabaje los grupos de músculos próximos a los glúteos, por ejemplo sentadillas, bicicleta y estocadas.
Además, se debe sumar ejercicio cardiovascular o aeróbico suave, preferiblemente sin impacto para no agravar problemas de celulitis, si es que los hubiera. Caminar todos los días puede convertirse en la solución.

Piernas
La forma y salud de las piernas están determinadas por la genética y las actividades que, durante la infancia, formaron músculo o acumularon una cantidad de grasa indeseada.
Por otra parte, la alimentación, los trastornos circulatorios u hormonales, entre otros factores, contribuyen a esta estructura personal. Las piernas se componen de músculo, piel y tejido adiposo sobre la base de una estructura ósea; si estos componentes se hallan en proporciones adecuadas, la pierna luce estilizada.
Trabajos sedentarios, alimentación chatarra y factores que disminuyen la buena circulación junto con el cigarrillo y el café, favorecen la mala irrigación de la grasa y la formación de la antiestética celulitis. Una pierna deseable se forma y se mantiene con actividad física regular, más dieta balanceada, pero no estricta. Una hora de actividad aeróbica realizada de tres a cuatro veces por semana mantiene el tejido graso en su lugar.
Las caminatas, la bicicleta, la natación, el elíptico y el escalador son ejercicios aconsejables que no producen rebote sobre las articulaciones y ayudan a mantener el peso. Al trabajar con resistencia (complemento) la masa muscular aumenta el tono, y disminuye la flaccidez, así la pierna se transforma. Este trabajo muscular, sobre todo a nivel de los gemelos, mejora el retorno vascular, aumenta la irrigación de la grasa y mejora la celulitis.
La sensación de piernas cansadas o pesadas tiene que ver con alteraciones o enlentecimiento del retorno venoso y la formación de edema (líquido en el tejido). El uso de medias de descanso o de várices reduce en 100% las molestias circulatorias. La aplicación de cremas a base de cafeína favorece la degradación de grasa y mejora la celulitis.

Novedades en tratamientos corporales:
-SmoothShapes: único láser para celulitis de dos longitudes de onda (650nm y 915nm). Indicado para celulitis compacta y edematosa. Mejora el contorno corporal reduciendo centímetros y textura de piel. Cantidad y frecuencia de las sesiones: 8 sesiones de 2 veces por semana.
-Accent Uniform: radiofrecuencia con cabezales unipolar (profunda) y bipolar (superficial). El cabezal Uniform (rodillo que gira) favorece un mayor drenaje de las grasas. Indicado para celulitis fláccida y adiposidad localizada. Mejora el contorno corporal, aumenta la tensión del tejido y la superficie irregular de la celulitis. Cantidad y frecuencia de las sesiones: 16, 8 por área cada 15 días, y otras tantas mensuales. 

(*) La columnista (ver foto principal) es médica dermatóloga (MN 60438). Más información en www.IreneBermejo.com.

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