jueves, 28 de junio de 2012

Neumonía infantil: claves para detectarla y prevenirla, por la pediatra Di Fabio (*)

1) ¿Qué es la neumonía y cómo se manifiesta?
La neumonía es la inflamación aguda del pulmón. La mayoría de los casos de neumonía se deben a microorganismos, particularmente virus o bacterias. Muchas veces, está precedida de tos o catarro. 

Las manifestaciones habituales son decaimiento, inapetencia, fiebre, tos, agitación, esfuerzo respiratorio, leteo nasal, quejido, cambio de coloración de la piel y fatiga.

También puede venir acompañada de síntomas gastrointestinales como vómitos o dolor abdominal y otras veces con dolor tipo puntada de costado, en el tórax. Habitualmente, el comienzo de los síntomas es brusco con fiebre alta y sostenida.

2) ¿A qué chicos afecta más? ¿Hay una edad donde hay más propensión en alguna época y por qué?
Los virus son los responsables mas frecuentes de neumonía en niños. La neumonía bacteriana es menos frecuente, pero más grave.

Entre los factores de riesgo o predisponentes para las infecciones respiratorias figuran: edad menor de 1 año, antecedente de prematurez, bajo peso al nacer, ausencia de lactancia materna, vacunación incompleta.

A lo anterior, se suman factores que tienen que ver con el medio como hacinamiento, época invernal, asistencia a guardería y contaminación por el humo del cigarrillo.

Los niños menores de 3 meses, desnutridos, con inmunodeficiencias, cardiopatías congénitas o enfermedad pulmonar crónica, pueden llegar a sufrir una la neumonía más grave.

3) ¿Cómo prevenir esta afección?
Las acciones preventivas más importantes son la consulta precoz ante la aparición de cualquiera de las manifestaciones clínicas mencionadas. Además de realizar controles periódicos de salud, mantener plan de vacunación completo, sostener la lactancia materna y control del embarazo, y no fumar en su presencia o en los ambientes que los niños frecuentan.

4) ¿Cómo tratarlo una vez que se adquiere?
En la mayoría de los niños, el tratamiento es ambulatorio y se realiza con antibióticos. Es muy importante realizar los controles según indica el pediatra. Se debe tener en cuenta que si durante el tratamiento antibiótico el niño presenta aumento de la temperatura, rechazo del alimento, mayor fatiga o dificultad para respirar, se debe consultar en forma inmediata.

Durante el tratamiento, es importante mantener una buena hidratación, buen aporte alimentario, sostener la lactancia materna y control de la temperatura con antitérmicos.

A pesar de que la mayoría de los niños pueden cumplir el tratamiento en su domicilio, unos pocos requerirán internación y esto será evaluado y decidido por el medico tratante.

(*) La columnista, Maricarmen Di Fabio -foto- (MN 74.318), es médica pediatra del Hospital Privado de Niños (imagen principal).

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