En colaboración con Boeing, GE Aviation/CFM International y UOP -una empresa de Honeywell-, Continental Airlines comprobó que la mezcla de biocombustible logra un desempeño igual o superior al del combustible tradicional.
Durante el vuelo de prueba, que duró alrededor de 90 minutos, los pilotos de Continental sometieron al avión, un Boeing 737-800 dotado de motores CFM International CFM56-7B, a una serie de maniobras que incluyeron apagado y re-encendido de un motor en pleno vuelo y actividades de aceleración/desaceleración.
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