En la Reserva Natural Villavicencio, en Mendoza, cuatro siglos después del asentamiento jesuita, se levanta el Vía Crucis más alto del mundo.
La historia comienza al pie de la cordillera de los Andes, donde la comunidad del los huarpes construyeron una red de canales de riego que conducen el agua de deshielo cordillerano hasta los cultivos.
Con la llegada de los jesuitas en el siglo XVII, la comunidad de los Huarpes comenzó con el proceso de alfabeti-zación y agricultura y a su vez los jesuitas adoptaron el idioma huarpe y sus costumbres. El legado de esta época todavía es visible a través de la gran Cruz de Paramillos.
Más de 250 personas y el párroco del departamento mendocino de Las Heras, Padre Marcelo Debenedectis, disfrutaron hace unas semanas de todo lo que ofrece la naturaleza y a la vez compartieron un espacio de contemplación, allí en Villavicencio, en el Vía Crucis más alto del mundo.
martes, 9 de octubre de 2007
250 personas hicieron el Vía Crucis a mayor altura del mundo en la Reserva Natural Villavicencio
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