Cartelera porteña: se mantienen los fines de semana de buen teatro infantil con "La O de Odiseo"

Los chicos se ríen y entretienen. Los grandes, también. Los clásicos y sus adaptaciones, cuando son de buena factura -como en este caso-, siempre rinden. Para no dar demasiadas vueltas, hay que decir que "La O de Odiseo", que se presenta los fines de semana, a las 17, en el Centro Cultural de la Cooperación, es una muy buena muestra del teatro para chicos, hecho en serio y con mucho humor, talento, sensibilidad y respeto.

Por supuesto, se luce el protagonista, y no sólo porque lo exige el papel. Gustavo Monje (Odiseo) es un excelente comediante, que despliega un histrionismo verbal y físico notable, más allá de lo que marca el guión, en beneficio de la obra, de sus compañeros de elenco y, sobre todo, del público que celebra las ocurrencias. No le va en zaga el músico Pedro Donnerstag -si bien su labor demanda un perfil de menor exposición-, quien produce singulares efectos de sonido, sin descuidar la banda de sonido, que ejecuta en vivo. Realmente, un original hallazgo que todos apreciamos.

Acompaña con eficacia, comicidad y simpatía la partnaire de Monje, Giselle Pessacq, así como el dúo Martín Paladino-Germán Salvatierra. Los tres se entregan a un despliegue sorprendente de personajes con solvencia.

La responsable de la obra, Cecilia Miserere, que dirigió esta muy buena puesta, explicó por qué adaptaron este clásico de Homero para los más pequeños: "este relato nos permitía tomar un narrador –Odiseo- y contar una historia de aventuras y, a través de ella, rescatar los valores de tenacidad, perseverancia, solidaridad y compañerismo. Valores y principios que tienen que ver con la esencia de las personas –más allá de su edad-, y que toman forma y solidez en los primeros años de la vida y que nos acompañarán por siempre. Por eso La Odisea. Por eso y para todos La O de Odiseo".

Los méritos artísticos, organizacionales, estéticos y edilicios del CCC (además de localidades accesibles; en este caso a $6) ya los hemos mencionado cuando elogiamos la excelente "Pulgarcita". Siempre vale la pena darse una vuelta por la porteñísima dirección de Corrientes 1543. "La O de Odiseo" no es una excepción a la regla.