miércoles, 28 de junio de 2006

Todos tendríamos que recordarlo

Hoy se cumplen 40 años de la destitución de un Presidente constitucional. Lamentablemente, no hubo una conmemoración apropiada desde el Estado, con el gobierno actual y la oposición unidos. Una lástima que la memoria no se extienda más allá de 1973.
Sólo un puñado de caciques de la UCR, entre ellos el ex senador Leopoldo Moreau y el ex diputado Ricardo Alfonsín, marcharon al mediodía hasta la Casa Rosada para rendirle homenaje a ese hombre honesto; el médico de Cruz del Eje, Córdoba, que terminó echado, sin más justificación que la fuerza, por un puñado de uniformados que respondían a una conspiración de factores de poder y medios de prensa.
Ese humilde dirigente llegó al sillón de Rivadavia en 1963 con el peronismo proscripto. Se marchó, después de varias amenazas de golpe militar (hasta que finalmente se produjo el 28 de junio de 1966), de la misma Casa de Gobierno en un taxi, sin temor a codearse con sus conciudadanos. Desolado, triste, pero digno.
Lo sucedió el general Juan Carlos Onganía, que contó con el aval de sectores del peronismo, encabezados por el metalúrgico Augusto Vandor. Juan Perón permanecía en el exilio. Es probable que muchos justicialistas no quieran acordarse de su participación en un golpe militar, similar al que ellos habían sufrido en 1955, y que habilitó un regimen castrense de casi 7 años sin solución de continuidad. Abrieron las puertas de la antesala del infierno.
Arturo Humberto Illia llegó al poder con un caudal similar de votos al de Néstor Kirchner, algo más de 20%. Por suerte, de 1966 a 2003 pasó una eternidad, con persecuciones, censura, terror, desaparecidos y muertes por decenas de miles. Lo peor, por supuesto, vino del 76 al 83.
El pueblo y el periodismo, que contribuyó desde algunos sectores a degradar la figura de Illia y preparar su defenestración, maduraron; las fuerzas armadas, la Iglesia, los empresarios, los sindicalistas y los políticos, también.
Aunque la ausencia de un tributo más generoso hacia don Arturo pone en duda si aprendimos lo suficiente.
(N. de R.: después de escribir la columna, nos enteramos de que Raúl Alfonsín, el ex presidente, no pudo hacer el homenaje de la UCR a Illia en el interior de la Casa Rosada: más info en http://www.lanacion.com.ar/politica/nota.asp?nota_id=818733).

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