lunes, 5 de marzo de 2012

"La alianza de Montoneros con Massera involucró negocios y contó con participación de la Logia P2"

"El ex marino Antonio Pernías confirmó que un contingente de la Armada viajó con un grupo de montoneros a Suiza a sacar parte del dinero que los montoneros tenían depositado allí, y que fue a parar a la caja de Massera", anticipó el periodista, experto en lucha contra la corrupción y abogado, Carlos Manfroni, quien acaba de publicar Montoneros, soldados de Massera (editorial Sudamericana).

Según el autor, uno de los motivos de la alianza entre Mario Eduardo Firmenich y el ex jefe de la Marina fue el negocio del Mundial de fútbol de 1978, que involucró u$s700 millones.

En el libro, queda claro que la logia Propaganda Due, que lideró Licio Gelli, jugó un papel fundamental en este enjuague, y en gran parte de los acontecimientos políticos de la década del setenta en la Argentina.

Y rescató Manfroni una perla histórica: "el propio Bonasso reconoce que el proyecto de tomar Malvinas, que se sabe fue un plan de la Armada, fue un consejo montonero, sin perjuicio de las ideas que el almirante Jorge Anaya venía sosteniendo en el mismo sentido desde hacía mucho tiempo".

A continuación, la entrevista de El Informatorio con Carlos Manfroni:

Marcelo Mendieta: ¿Cómo surgió la idea del libro?
Carlos Manfroni: Surgió a partir de un dato que encontré, revisando expedientes judiciales, sobre la liberación de Juan Gasparini, que era uno de los tesoreros de Montoneros, mientras muchos otros habían sido muertos en la ESMA o arrojados al mar o al río. De inmediato, supuse que había habido algún arreglo y empecé a investigar un poco más.
Leí más atentamente libros de ex montoneros que ya había leído y otros que no están a la venta, pero que conseguí por Mercado Libre. Cada vez, me iba afianzando más en mi hipótesis, porque quienes escriben no revelan la verdad pero sí retazos de ella.
Había que armar el rompecabezas, un objetivo que conseguí cumplir al complementar esas lecturas con entrevistas a los principales personajes del momento: Jorge Videla, José Alfredo Martínez de Hoz, Jorge "El Tigre" Acosta, el embajador Tomás de Anchorena, Antonio Pernías, Eugenio Holmberg (hermano de Elena), Gregorio Dupont, etc. Con la familia Holmberg tuve muchas conversaciones y un trato muy estrecho.

M. M.: ¿Cuánto tiempo llevó la investigación? ¿A qué fuentes pudo acceder?
C. M.: La investigación me llevó poco más de un año, ya que trabajé intensamente para ella. Además de las que ya mencioné, tuve acceso a gran cantidad de cables desclasificados de la Embajada de los Estados Unidos, expedientes judiciales y, repito, los libros de ex montoneros (alrededor de cuarenta).

M. M.: ¿Logró hablar del tema con Massera y Firmenich, o con alguno de sus hombres de confianza? ¿Qué le dijeron?
C. M.: Respecto de las entrevistas, tenía un problema especial a atender y que consistía en la necesidad de seguir las reglas periodísticas sobre consulta a las fuentes pero, al mismo tiempo, no revelar anticipadamente que estaba haciendo esta investigación, frente a personas que pudieran arruinarla o ejercer presiones sobre otras.
Así y todo, accedí a fuentes importantes del lado de Massera, como Jorge "El Tigre Acosta", pero ya sobre el final del libro. Del lado de Montoneros, entrevisté a Luis Labraña, que accedió, y pedí una entrevista a Miguel Bonasso, cuyo jefe de prensa me dijo que no podía, y a Cristina Zuker, la hermana de Ricardo Zuker, participante activo de la contraofensiva montonera y muerto durante ella. Zuker, si bien me dijo que sí en un primer momento, después cambió de opinión.
De cualquier modo, los montoneros hablan por sus libros y, una cosa importante, no utilicé, en general, fuentes militares para hablar de Montoneros, o viceversa. Las cosas comprometidas de cada uno las acredito con sus propias fuentes.
Por ejemplo, el ex marino Antonio Pernías confirmó que un contingente de la Armada viajó con un grupo de montoneros a Suiza a sacar parte del dinero que los montoneros tenían depositado allí y que fue a parar a la caja de Massera. Por otro lado, el libro de Bonasso, Recuerdos de la muerte, revela sin querer muchas cosas que él mismo quiere ocultar.

M. M.: ¿Cómo, dónde y cuándo surge la relación de Montoneros con Massera? ¿Cuáles fueron las claves del acercamiento y posterior pacto entre ambos, y qué razones políticas llevaron a que dos supuesto enemigos trabaran una alianza?
C. M.: La relación de Montoneros con Massera no se sabe exactamente cuándo comenzó, pero sí que, al menos, hubo tres encuentros: uno en Venezuela, en la isla Margarita, con la presencia de Khadafi y miembros de Propaganda Due; otro en Italia, cuando Licio Gelli, el jefe de esa logia, reunió en su mansión a Firmenich y a Massera; y hubo más de uno en París. Los motivos políticos fueron muchos.
Por un lado, los intereses de Massera y de la logia Propaganda Due, a la que él pertenecía, eran incompatibles con la permanencia del equipo económico que encabezaba Martínez de Hoz. Si a Martínez de Hoz le iba bien, se fortalecía Videla y las aspiraciones presidenciales de Massera se desavanecían.
Si la economía, en cambio, se iba deteriorando, se desgastaba la relación de Massera con los gremios del peronismo, a los que él trataba de disuadir. Pero, además, había negocios: petróleo, armas, finanzas y la pretensión de monopolizar las exportaciones argentinas a Europa.
Otro motivo de la alianza fue el Mundial 78, un negocio de u$s700 millones.
Por otro lado, el propio Bonasso reconoce que el proyecto de tomar Malvinas, que se sabe fue un proyecto de la Armada, fue un consejo montonero, sin perjuicio de las ideas que el almirante Jorge Anaya venía sosteniendo en el mismo sentido desde hacía mucho tiempo.

M. M.: ¿Por qué menciona en el subtítulo del libro: "la logia que diseñó los 70"?
C. M. (foto): Hablo de "la logia que diseñó los 70" porque hay otras hipótesis secundarias, que no están tan probadas como la anterior, pero sí hay fuertes evidencias, de que Propaganda Due estuvo presente desde el comienzo mismo de la década, con el asesinato de Aramburu. Montoneros no existía hasta entonces y la partida de nacimiento es el secuestro de Aramburu. Lo hacen en un momento en el que Aramburu dialogaba con Perón para traer al líder del PJ a la Argentina. ¿Por qué lo matan entonces?
Tiempo después, muerto Aramburu, la logia arregla con el presidente de facto Alejandro Agustín Lanusse y traen a Perón condicionado por la P-2. Los acontecimientos siguen y, a cada paso, hay una intervención de Propaganda Due.
En realidad, la logia era un triángulo entre lo peor de Italia, la Argentina y Libia, que lideraba a los países islámicos y financiaba el terrorismo mundial. El interés económico de la logia eran los negocios prebendarios; pero el interés geopolítico era alejar a la Argentina de los Estados Unidos y acercarla al mundo árabe.

M. M.: ¿Qué puede anticiparnos respecto de la conclusión a la cual llegó sobre la contraofensiva, que termina en una masacre?
C. M.: El último capítulo lo dedico a una reflexión sobre lo que significa estar en el lugar de "el otro" en la Argentina. Implica nada menos que tener negada la justicia; antes, por los militares que mataron sin juicio y después, por una justicia dependiente y parcial que condena automáticamente a militares que intervinieron en responsabilidades muy bajas, y algunos ni siquiera participaron, pero basta un testimonio de alguien supuestamente afectado para involucrarlos y condenarlos. Lo que quiero decir es que en la Argentina uno nunca tiene garantías cuando está del lado "políticamente incorrecto".

M. M.: ¿Vamos a encontrar en el texto de Montoneros, soldados de Massera personajes que formen parte del poder actual o que tengan actuación pública destacada?
C. M.: El libro no involucra a gente del actual gobierno, pero sí creo que afecta a su falsa mística.

Fotos del autor: Ale López.

No hay comentarios. :