Al menos, durante la grabación de este especial de fin de año con lo mejor de la temporada -votado por la audiencia-, en los estudios porteños de la productora Non Stop, que cuenta con todas las estrellas de la región Latinoamerica, desde los integrantes del Zapping Zone y Highway: Rodando la aventura a los protagonistas de series que se estrenarán en 2011, por ejemplo, Cuando suena la campana.
Como las celebridades de Disney a escala global, las figuras que desfilan por el set, donde se prepara el ciclo que se emitirá el 31 de diciembre desde las 14, actúan, cantan y bailan con inusual profesionalismo y responsabilidad -lo hacen todo bien-, a pesar de que promedian los 20 años, salvo alguna excepción como el veterano Martins.
De pronto, se sosiegan y pasan a un estado de contemplación, sin necesidad de que sus madres -que esperan sentadas en sillas más atrás (los menores no están autorizados a ingresar sin un adulto que se haga responsable)- deban intervenir. Además, los deslumbra compartir la platea con otros artistas juveniles de la señal de TV que se mezclan entre ellos para alentar a sus compañeros.
No dura mucho este cuadro de pasividad infantil. Roger, con su desbordante simpatía, les pide que aplaudan y demuestren entusiasmo antes y al finalizar cada escena. "Hay cámaras especiales que los filman sólo las manos de ustedes", los arenga con un sonrisa.
Como se cuidan todos los detalles, no se permite que haya envases de bebidas o de alimentos en el piso (no hay publicidad encubierta), aunque en los cortes llegan bandejas con sandwiches de miga, alfajores y jugos para saciar a los pequeños.
También Santi y Roger improvisan divertidos sorteos entre el público menudo, entre una toma y otra.
Los niños se portan muy bien, a pesar de que para rodar un fragmento de menos de 10 minutos del programa puede insumir una hora. Los más atrevidos suelen acercarse al staff de Disney para preguntar "cuánto falta" para la próxima secuencia.
Uno de los 5 camarógrafos que participan de esta producción en HD (en la puerta del local hay un camión de 15 metros con tecnología extra), aprovecha los breaks para leer una voluminosa biografía de Miles Davis.
Otros repasan la coreo, intercambian bromas, se acomodan el vestuario o reciben asistencia de maquillaje. Nada queda librado al azar.
Por supuesto, no falta alguna demora porque a una de las chicas le molestan sus zapatos. Vanesa, de Highway, debe cambiárselos para la segunda toma del musical. O una de las muchachas del elenco de Cuando toca la campana (Diana, Nicol, Stefi y Mariana) se demora en el toilete. Los técnicos no se quejan. Al contrario. Algunos de ellos parecen desconcertados por la belleza de las jovencitas.
El final, con todas las estrellas de Disney en escena, se graba con desbordante entusiasmo, sin que nadie note que han pasado más de 6 horas desde que llegó el público, o de que las estrellas regionales de la cadena van por el segundo turno de rodaje, que comenzó esa misma mañana y concluirá al día siguiente.
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