lunes, 24 de mayo de 2010

Crítica: Se renueva la excelente sesión de Lutherapia, con sanadoras dosis de humor y música

Desde que el espectador recibe el original programa de Lutherapia (ilustrado por Marcos García) de manos del acomodador del Gran Rex, sabe que va a vivir una experiencia única, creativa, desbordante de talento y humor.

La sala de 3.300 butacas, nueva casa de Les Luthiers desde que dejaron el Teatro Coliseo en 2004 (porque les quedaba chico desde mucho antes), estalla cuando Daniel Rabinovich, Jorge Maronna, Carlos López Puccio, Carlos Nuñez Cortes y Marcos Mundstock llegan sonrientes al escenario con sus clásicos esmóquines, camisas blancas y moños distintivos. La fiesta comienza.

La ovación se convierte de inmediato en carcajada. Rabinovich y Mundstock comienzan la desopilante sesión de análisis -con Johan Sebastian Mastropiero como desencadenante-, que servirá de puente para 10 increíbles composiciones humorístico-musicales, y sobre todo para que los presentes experimenten en carne propia la terapia sanadora e infalible del magnífico quinteto.

Desde la opereta medieval El cruzado, el arcángel y la harpía hasta El día del final -que incluye la ejecución de la Exorcítara-, pasando por Dolores de mi vida, el vals geriátrico Pasión Bucólica, Paz en la campiña, Las bodas del Rey Pólipo, El flautista y las ratas, la cumbia Dilema de Amor y El aria agraria, el paseo que proponen Rabinovich, Maronna, López Puccio, Nuñez Cortes y Mundstock resulta magnífico, inolvidable.

Sin querer pecar de justiciero, hay que subrayar el contrapunto excelso que se genera entre Nuñez Cortés y Maronna en Rhapsody in Balls, gracias a la reconocida destreza pianística del primero y al talento de su compañero para ejecutar un instrumento tan inesperado y descomunal como divertido y preciso, el Bolarmonio, creación del artesano Fernando Tortosa.

Este encuentro, a no dudarlo, es uno de los highlights del grupo en sus más de 40 años de vida.

Como bis, en la función reestreno del viernes 21 de mayo Les Luthiers regalan el inoxidable gato del ficticio Cantilicio (perdón por la cacofonía) Luna, El explicado, para delirio absoluto de platea, superpullman y pullman.

El público termina de pie, agradecido, extasiado, como si quisiera quedarse con estos maestros de la música y el humor para siempre.

Para más información sobre este espectacular show, haga click aquí.

Fotos: Gentileza SMW Press.

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