La Justicia argentina acaba de procesar a un reportero gráfico por haber registrado al ex Presidente Fernando de la Rúa en el momento en el que elegía la papeleta de un candidato, el centroderechista Ricardo López Murphy (ex UCR y ex ministro de Economía delarruista), en las elecciones presidenciales de 2003.
Los jueces entendieron que se violó así el derecho constitucional a sufragar en secreto. Y esa garantía, obviamente, estaría por encima de la libertad de prensa.
Según informa el diario porteño La Nación, "los camaristas Gabriel Cavallo, Eduardo Freiler y Horacio Vigliani argumentaron que estaba probado el hecho investigado, al que calificaron como una conducta "grotescamente invasiva que lesiona el pleno ejercicio del derecho político, constitucionalmente protegido, del sufragio secreto".
"En el fallo se agregó que "el aseguramiento del pleno ejercicio de los derechos políticos de De la Rúa, su derecho a la intimidad desde que entró hasta que egresó de ese cuarto oscuro, hace a la dignidad del ex presidente como a la de cualquier ciudadano".
Con su resolución de ayer -continúa el matutino-, la Cámara revocó un fallo previo de la jueza María Servini de Cubría, que había dispuesto la absolución de Ruiz y de un periodista del diario Clarín investigado por los mismos hechos.
El fallo traerá polémica a nivel local e internacional. El fotógrafo acusado (Julio Ruiz, de la revista Gente) tomó la imagen a través de una ventana del cuarto oscuro. Los jueces, ¿avanzarán ahora sobre la editorial que publicó la foto?
Antes de quejarnos por la libertad de expresión, los periodistas deberíamos debatir, en este caso y en muchos otros, si "vale todo", cualquier medio, ardid o camuflaje, para conseguir una nota o una imagen.
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