La obra cuenta con prólogo del poeta Javier Galarza y fue oficialmente lanzada durante un acto del que participaron el propio Galarza, la autora, el psicoanalista Leonardo Leibson y Juan Arabia (foto), director de Buenos Aires Poetry.
El libro, un viaje desgarrador en poemas a través de un mar agitado por interrogantes, es el tercer opus de la joven escritora, que en 2013 había dado a luz Spleen (Editorial Letra Viva). y en 2015 La pequeña muerte, una plaquette de poesía en prosa, editada de forma artesanal e independiente.
Como en aquella ocasión, Leibson festejó la aparición de esta pieza por su carácter de "disparador de escritura" en aquel que ella enfrenta. "Algo bien escrito hace escribir", arriesgó, antes de dar paso a la lectura de un texto propio en el cual supo hilvanar con mirada psicoanalítica y cierta ironía cuestiones centrales de la persona como el rol del padre, sus marcas en los hijos, el hacer en ausencia y la reincidencia del ser humano en el duelo como un modo de aventar los fantasmas.
"Cazadora de metáforas", describió Leibson a María Magdalena, a quien descubre en sus poemas tratando de desentrañar "el absurdo de los padres, destinados a desaparecer". Reconoció en la autora el afán por encontrar un sentido a la tragedia de la orfandad y justifica la libertad que emana de su pluma al entender que "los padres sirven para descajetar el lenguaje".
En este "libro que canta", se revelan ante Leibson, hermanados, el duelo y la poesía, "que en definitiva -cree- son de la misma forma". "Eso nos cuenta y nos canta María Magdalena, una poeta que hace poesía porque se deja hacer por ella. ¿Será una de las voces de su generación?", se preguntó antes de finalizar.
A su turno, Javier Galarza subrayó el valor de "lo inabarcable" y "lo indecible" en los versos "llenos de vida" de María Magdalena. La sustancia con la que trabaja la autora en este libro es su propia historia y Galarza atisba en ella cicatrices y recuerdos que inundan el papel de un modo "no lineal, porque así como el tiempo de la poesía no lo es, tampoco lo es el de la memoria".
"Para vivir es necesario traicionar a los fantasmas", pontificó el poeta de cara a un texto que parece confirmarlo en cada verso.
Aunque de estructura fragmentada, Galarza se imaginó, no obstante, ante "un único poema, como una pieza musical sujeta a variaciones". Desde el prólogo, enuncia un derrotero que va del deseo de fuga ante lo inasible a la asunción de lo inevitable, y "un poema final polifónico, como un clímax, lleno de vida".
Juan Arabia inició el evento con una intervención breve en la que destacó el valor de la obra de María Magdalena, "a la que casi no edité porque estaba redonda, lista para publicar en el momento en que llegó a mis manos".
Previamente, Mariano di Césare y Mariano Castro, integrantes del grupo mendocino Mi Amigo Invencible, ofrecieron una bienvenida musical interpretando el tema "Descanso sobre ruinas" -de su disco La Nostalgia Soundsystem-, que forma parte de la "banda de sonido" del poemario.
La autora, por último, leyó parte de su obra y agradeció el acompañamiento de Galarza en el proceso de escritura, "que dejó de ser entonces un proceso solitario".
Finalmente, recordó que el primer título que había escogido para su nuevo libro era "Las palabras imposibles", a las que vinculó con las de la muerte, y celebró "haber encontrado hoy las palabras posibles, que son las de la poesía".
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