Durante una jornada de actualización organizada por la Cámara Argentina de Anunciantes, el ingeniero Hernán Fernández -foto-, socio director de Atlas Group y asesor de la CAA en temas de vía pública, repasó los contenidos del marco regulatorio de publicidad exterior en la ciudad de Buenos Aires (leyes Nº2.936 y N°3.136), y señaló los puntos grisos de la normativa.
Entre las cuestiones a rever, Hernández mencionó las limitaciones impuestas a los toldos, "que hacen que su uso sea prácticamente inviable"; y las indefiniciones en torno a la publicidad en medianeras, dado que -si bien se precisa que un anuncio no puede superar 50% de la superficie visible-, no se especifica desde qué lugar debe observarse esa pared para mensurar el espacio disponible.
En el caso de las marquesinas, el problema es que ya están reguladas en el Código de Edificación de la Ciudad, por lo que en algunos puntos se produce una superposición de ambas normas.
Los permisos vigentes -subrayó el experto- caducarán en la fecha fijada para cada caso, pero aquellos que no se ajusten a la nueva norma disponen de un plazo de 180 días desde la promulgación de la ley para ser adaptados.
"Ya pasaron dos meses; nos quedan 120 días", alertó Fernández. "A mediados de febrero, el gobierno porteño podrá retirar los anuncios que no se ajusten a las nuevas pautas", con el agregado de que se les aplicará una multa a los responsables, se cobrará el gasto de acarreo y hasta existe el riesgo de clausura, agregó el asesor de la cámara.
Para evitar situaciones indeseadas, la CAA pidió al Ejecutivo local que comience a funcionar cuanto antes la comisión que dilucidará las cuestiones dudosas.
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