Sin embargo, el porcentaje de personas en la Argentina que cuenta con este tipo de cobertura apenas alcanza a 9 %, una cifra baja si se lo compara con el promedio global de 32 %, u otros países de la región como Brasil (19 %) o México (15 %).
Por muchas razones, la Argentina no consigue romper su techo de participación de 0,6 % del PBI desde hace más de una década, y de representar sólo 15 % aproximado del total de los seguros que se venden.
En países cercanos como Chile o Brasil, su desarrollo es mucho mayor.
Algunas de las trabas son la incertidumbre, la inflación y las crisis económicas recurrentes.
Desde Galicia Seguros, reconocen que muchas veces las compañías no logran que las personas conecten con el verdadero propósito de este tipo de coberturas.
"Se lo sigue viendo como un gasto lo cual, al no ser obligatorio y en muchos casos (si se trabaja en relación de dependencia) ya contar con un seguro colectivo, termina dejándose de lado", admitió Andrea Miorelli, Product Owner del squad de Propuesta de valor.
Es necesario entender al seguro de vida como un habilitador para que la gente decida asumir nuevos desafíos, por ejemplo, enviar a los hijos a un colegio privado o a la universidad, o bien embarcarse en créditos a largo plazo.
"Ese es el valor agregado que tienen los seguros de vida, su contribución para que millones de argentinos se animen a ir un poco más allá", comentó la ejecutiva de Galicia Seguros.
Los argentinos tienen muy en claro (y los números lo demuestran) la importancia de una cobertura para su negocio, auto, casa o celular. Pero resulta llamativo como los seguros de vida siguen sin entrar en la lista de prioridades a resguardar.
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