La cantante de jazz argentina Delfina Oliver refleja en su reciente álbum Tokyo Sessions la música de sus funciones en vivo en Japón, durante cinco temporadas de cuatro meses en los jazz bars New York Bar, del barrio de Shinjuku, y Maduro Bar, de Roppongi, entre 2012 y 2019.
En este disco, la acompañan el pianista inglés Simon Cosgrove, arreglador y coproductor del proyecto, compañero de Delfina Oliver en todas sus temporadas, junto a los japoneses Daiki Yasukagawa (contrabajo), y Masahiko Osaka (batería).
Tokyo Sessions, del cual esta misma página adelantó el primer single, Poor Buterfly, cuenta con Bruce Huebner, maestro y referente del shakuhachi -flauta japonesa de bambú-, como invitado especial en tres canciones.
El álbum se destaca por standards de jazz con algunas referencias y elementos de la cultura japonesa. E incluye también un clásico del folclore argentino, dedicado por Delfina Oliver a su padre (Tonada del viejo amor, de Eduardo Falú y Jaime Dávalos), y una canción de cuna anónima tradicional de Japón, cantada en ese idioma.
El común denominador de las nueve canciones de Tokyo Sessions es la impronta jazzística que imprime la cantante junto a su clásico trío.
Grabado como un disco en vivo, se respetaron las tomas originales de una única sesión de seis horas sin sobregrabaciones ni ediciones posteriores, con una estética sonora lo más fiel posible a los shows nipones.
El arte del álbum físico de Delfina Oliver fue diseñado en la Argentina por Grupo Piña, con los colores de la bandera japonesa y las características flores de sakura (cerezo), más el sol rojo emblemático que contiene el nombre del disco escrito en katakana (escritura de fonética japonesa).
En su interior, exhibe postales de la sesión de grabación en Tokio, a cargo del fotógrafo Tomohide Ono; y en la tapa y contratapa, hay registros de la argentina Verónica Ruiz, quien se hizo responsable de la imagen de los tres últimos discos de la cantante.
El álbum físico Tokyo Sessions se encuentra en las bateas de la prestigiosa cadena de disquerías de Japón, Disk Union, y en la Argentina, se puede adquirir a través de la web de la cantante.
La embajada en Tokio distinguió el disco con el uso del logo oficial 120 años de cooperación Argentina-Japón que figura en la contratapa.
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