Maison Petite Patisserie es una pastelería artesanal con aire europeo, que combina a la perfección sabores, aromas y texturas.
Se hace hincapié en la calidad de las materias primas y de los ingredientes, lo que incluye frambuesas, zarzamoras y arándanos de cosecha propia.
Esta casa de "repostería de diseño" se destaca por sus propuestas originales.
En este año, sumaron los mooncakes (foto principal) en estilo moderno, siendo la única pastelería del país que los fabrica.
Esta delicia de origen oriental se diferencia de los mooncakes tradicionales, consumidos en China desde hace siglos, durante el Festival de Medio Otoño o Festival de la Luna, por ser más livianos, tener menos calorías y no hornearse. La nueva versión fue creada en 1980 en una panadería de Hong Kong.
Otro hallazgo son los canelles, pequeños budines típicos de la ciudad francesa de Burdeos, que se elaboran con una pasta de huevo, azúcar, leche, manteca y harina perfumada con ron y vainilla.
También se especializan en hacer macarons, exquisitez que preparan poquísimas casas en la Argentina.
La propuesta dulce resulta muy amplia, incluyendo, además, delicias como los shots o postres en vaso de apple crumble, panacotta con sirope de frambuesa, mousse de chocolate y tiramisú, como así también cuadrados de frambuesa, merengue, almendra y chocolate, y el brownie blondie.
Otro capítulo aparte merecen las tortas cheescake de frutos rojos, de mantecol y de noisset (combinación de base crocante y mousse de chocolate).
Por último, tartas, madeleins, cookies y cupcakes decoradas hoy son un infaltable en toda fiesta de cumpleaños, bautismo, casamiento, baby shower o eventos, para los que contratan sus servicios.
Otra particularidad de Petite Patisserie consiste en que desarrollan mesas dulces en forma temática, con detalles casi obsesivos que van desde el diseño a los colores que deben combinar con la estética.
Algunos clientes envían la tarjeta de invitación para que la pastelería y la decoración de la mesa tenga la misma estética.
A partir de ahí, desarrollan la torta, los cupcakes, las cookies, los cakepops.
Maison Petite Patisserie nació en 2013 de la mano de Flavia Cabo y su hija, Camila Maldonado Cabo (ambas en la imagen).
La empresa está en una pintoresca quinta de Baradero, provincia de Buenos Aires, donde atienden los pedidos y hacen los envíos de pastelería dulce.
Hoy, tienen varios clientes en Capital Federal y en las zonas norte y sur del Gran Buenos, por lo que las distancias no son ningún problema para ellas.
Su próximo objetivo a corto plazo es abrir su local en el centro porteño.
"Me encantaría llegar a ayudar a otros con mi empresa. No logro concebir la idea de tener una marca sin asociarla con algo que contribuya a actos solidarios. En principio, colaboro con mi pasión que son los animales. Y trato de contratar a quienes esta sociedad no contrata, como gente adulta o jóvenes que aman esto. pero no pueden pagar una escuela gastronómica, por ejemplo", comentó Flavia Cabo, directora de Petite Patisserie.
"Petite Patisserie nace del amor por la cocina, que persiste desde hace generaciones en una familia de mujeres, donde crecí viendo a mi abuela, mi tía y mi mamá cocinar por el simple placer de cocinar, para la familia o para ellas mismas. Mujeres valientes, trabajadoras y cocineras. El arte de cocinar fue desde siempre una terapia, hasta un obsequio y una forma de mantener unida a la familia", reflexionó.
Durante 2014, Ramiro Arzuaga, reconocido ambientador de eventos, convocó a Petite Patisserie para participar con sus propuestas temáticas en el evento Un cumple muy Guau, en el Open House del Plaza Hotel de Buenos Aires.
Asimismo, esta particular pastelería se dio el lujo de formar parte de Té por la educación 2014, a beneficio de Fe y Alegría, que se celebró en el Palacio Bencich.
Allí, los mejores decoradores y catering de Buenos Aires se unieron para armar mesas en pos de recaudar fondos, y Flavia Cabo pudo armar su propuesta para el té.
Más información en www.petitpatisserie.com.ar y (03329)-484189.
Muy tentador!!!!
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