En una ruptura con el abordaje habitual de las presentaciones de autos, Peugeot Argentina organizó un workshop de estilo para develar la identidad estilística de la marca, a través de la presentación del nuevo 508.
De una manera didáctica y de la mano de uno de los especialistas en diseño del Latin America Tech Center de PSA, se expuso el proceso de concepción a un grupo de periodistas, demostrando como los valores, las intenciones y las ideas se traducen en las formas que se verán en todos los modelos de la escudería francesa.
Con un savoire-faire fruto de más de 200 años de fabricación de productos de consumo y 120 años de fabricación de automóviles, Peugeot tiene un largo camino recorrido en materia de creación y diseño.
Los principales cambios del 508 están concentrados en la trompa y en la cola.
En la parte frontal, se destaca una nueva identidad gráfica formada por la parrilla y las ópticas delanteras, que son el elemento identitario más fuerte que tiene el auto, configurando así "la nueva cara" del modelo.
La relación entre estos elementos –más algunos complementarios como tomas de aire y luces secundarias– resultan claves para definir el carácter del vehículo y, en el caso del 508, todo conduce a una expresión más decidida, afirmada y segura de sí misma.
Comenzando por la jerarquización del logo-marca, que ahora pasa al centro de la parrilla flotante cromada, las líneas frontales dejan de apuntar al piso y generan una unidad horizontal entre faros y parrilla.
Esta última adopta una posición más elevada y una inclinación casi vertical, generando una expresión más altiva y seria, en una clara demostración de status y confianza.
Otro aspecto clave consiste en el diseño de una forma icónica inconfundible para los faros. Si bien conservan la impronta felina, ahora incorporan cortes en su morfología, haciéndolos más complejos y tecnológicos. En la parte inferior de la trompa, las luces de posición LED adoptan una forma más fina y estilizada, generando una firma visual más contemporánea.
Esto es un denominador común que ya se observa en los actuales Peugeot 508, 5008 y 3008, por ejemplo.
Las modificaciones en la parte trasera siguen el mismo criterio que para la delantera.
Se destaca la gráfica icónica garra de león en los faros traseros que adoptan una forma más estilizada y horizontal, lo cual enfatiza el ancho del vehículo.
Se incorporan dos sutiles líneas de carácter que cortan la superficie del paragolpes, haciéndola menos blanda y más tensa, mientras que se reemplaza el difusor trasero de impronta deportiva, por un remate inferior más clásico y elegante que incorpora luces de posición.
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