lunes, 28 de julio de 2014

La Cruz Roja condena ataques contra trabajadores humanitarios en la Franja de Gaza

El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) condena de forma categórica la alarmante serie de ataques contra los trabajadores humanitarios, las ambulancias y los hospitales, en pleno conflicto en la Franja de Gaza e Israel.

Estos actos constituyen una grave violación del derecho de la guerra y se debe poner término inmediatamente a ellos.

El 25 de julio, un voluntario de la Media Luna Roja Palestina resultó muerto mientras intentaba prestar auxilio a los heridos en Juza, localidad situada al sur de la ciudad de Gaza. Otros voluntarios paramédicos, que trataron de socorrerlo, también fueron tomados como blanco, por lo que les resultó imposible trasladarlo a tiempo hasta un centro sanitario. Poco antes ese mismo día, otro voluntario fue muerto y tres más resultaron heridos en Beit Hanún.

Las hostilidades se han cobrado un elevado número de víctimas y han ocasionado daños materiales generalizados en toda la población, como la destrucción de infraestructura esencial. Según funcionarios de salud en Gaza, al 27 de julio, se habían registrado más de 1.000 muertos y 5.430 heridos. Según se informó, de estas víctimas una de cada cuatro eran niños.

Todos los gazatíes se han visto afectados: algunos han perdido su hogar, otros han tenido que huir y otros se han visto atrapados en las zonas de combate, pero todos se encuentran en la línea de fuego, temiendo por su seguridad y la de sus seres queridos. Miles de edificios han resultado destruidos o dañados, lo que ha obligado a más de 100.000 personas a abandonar sus hogares.

La situación en la Franja de Gaza, donde la población ya había enfrentado dificultades crónicas a causa de la frágil infraestructura, una economía estancada y las restricciones impuestas a la circulación de personas y de bienes, como consecuencia del cierre de la Franja, se ha visto agravada desde que se inició la operación terrestre el pasado 17 de julio.

En Israel, miles de cohetes han dejado tres muertos y 77 heridos, y han causado daños a los bienes civiles en todo el país; la población vive con miedo y en estado de estrés permanente.

El CICR observa con profunda preocupación la escalada de la violencia y las víctimas civiles registradas en Cisjordania. Su personal está presente en el terreno, siguiendo de cerca la situación.

"Hemos perseverado en el diálogo bilateral con la potencia ocupante sobre la necesidad de hacer todo lo posible por garantizar el orden público y la seguridad, proteger en la mayor medida posible a los civiles de los ataques y respetar las normas internacionales relacionadas con la aplicación de la ley", concluyeron voceros de la Cruz Roja.

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